Es inaceptable que después de un año sólo 4.000 autónomos hayan podido acceder a los ICO Directo

MADRID.- Según los datos publicados por el Instituto de Crédito Oficial sólo 10.800 empresas han podido acceder desde junio de 2010 a la línea de ICO Directo. Siguiendo la media existente hasta hace unos meses, el 40% de estas empresas son autónomos, por lo que no son más de cuatro mil los que se han podido beneficiar de la línea estrella de financiación que aprobó el Gobierno el año pasado.
Aunque no se incluye en la nota oficial del Instituto, sin embargo según datos de UPTA España los créditos que han recibido aval de las Sociedades de Garantías Reciprocas, dentro de la línea ICO-SGR, siguen siendo una absoluta minoría. “Esta es una de las causas del escaso éxito de la línea, ya que en principio estaba dirigida a los emprendedores con menores recursos patrimoniales y por lo tanto que debieran acceder a garantías complementarias”, aclara Sebastián Reyna, secretario general de UPTA España.
La línea ICO Directo tendría que haber venido a sustituir las dificultades para acceder a otras líneas habituales, como la de ICO Liquidez, y sobre todo a cambiar los criterios de actuación de las entidades financieras privadas que resultaban muy estrictos. “Ninguno de estos objetivos se ha conseguido”, señala Reyna.
Para UPTA España resulta penoso que, habiéndose producido un crecimiento general de un 21% en la media de todas las líneas, sean sólo las de crédito directo y liquidez las que hayan tenido peores resultados, siendo éstas las más importantes para los autónomos y las pequeñas empresas. Se confirma el temor de UPTA “de que con cargo al ICO se están beneficiando instituciones y empresas que deberían poder acogerse a la financiación privada, por lo que el ICO sólo le está haciendo el favor a la Banca privada y a la gran empresa”, asegura el secretario general de la Organización.
No es difícil llegar a esta conclusión si tenemos en cuenta que el propio ICO se ufana de contar con la colaboración de Confederaciones Empresariales y Cámaras de Comercio, desconociendo que no son éstas precisamente las instituciones a las que acuden los autónomos en busca de información y asesoramiento.
Sin embargo, después de un año todavía no se han podido poner las bases de una colaboración efectiva entre las asociaciones de autónomos y el ICO, “únicamente por falta de voluntad del Instituto”, apunta Sebastián Reyna.