El taxi rural clama ayudas tras la parálisis del sector en Ciudad Real

La Federación Regional del Taxi sitúa el descenso de servicios en el 90% durante el estado de alarma, que fue «casi total» en el ámbito rural, al que corresponden el 70% de licencias

CIUDAD REAL.LA TRIBUNA.M.LILLO.13,jul.- Con el estado de alarma y la imposibilidad de realizar desplazamientos, el sector del taxi ha sido uno de los que se ha visto golpeado por la situación derivada del coronavirus. Por esta razón, la Federación Regional del Taxi ha emitido un informe a la Junta de Comunidades en la que le traslada que la pérdida de servicios fue «del 90 por ciento» durante el confinamiento, una cifra aún mayor, «de casi el 100%», para el taxi del ámbito rural, según informó a este diario su presidente, el ciudadrealeño Manuel García.

En este sentido, recordó que el taxi rural representa «el 70 por ciento» de la región, ya que pertenece a pueblos de menos de 1.500 habitantes y en su caso «la parálisis ha sido casi total», frente a algo de movimiento que se ha podido registrar en el ámbito urbano, dijo.

De este modo, la federación afirma que necesitaba de una certificación de la Junta de Comunidades que acreditara esta paralización de servicios para poder tener acceso a algunas subvenciones, como la de paralización de la actividad de los autónomos que tienen que acreditar un descenso de los servicios del 75% o la ayuda de la Administración regional, en la que se debe justificar el descenso al menos del 60% de la actividad.

«La única manera de demostrarlo es así, con un informe oficial de la Administración», dijo García en relación a la documentación que le han remitido a la Junta de Comunidades con indicadores como el descenso del uso de combustible o el desplome de las llamadas a RadioTaxi. «La mayoría de los taxistas han solicitado esas ayudas y en teoría están concedidas, pero hay que demostrarlo ante las mutuas laborales», agregó García.

Tras el fin del estado de alarma, el ciudadrealeño explica que la situación «ha mejorado, pero poco», ya que si se han reducido actividades como el turismo, la hostelería u otros servicios, también tienen una afectación en el sector del taxi. «El taxi lo sufre y lo padece», dijo.

«Va a ser largo y muy penoso», dijo el presidente de la Federación Regional del Taxi en cuanto a las previsiones de salida de la crisis actual derivada del COVID-19. «Estamos pidiendo una subvención o ayuda específica para el sector del taxi, sino no creemos que el taxi sea capaz de retomar la actividad y pueden quedar muchos por el camino».
Además, recordó que el colectivo, que representa a más de 1.500 familias en Castilla-La Mancha, ha tenido que hacer frente a gastos como los derivados de la instalación de mamparas, mascarillas, máquinas de ozono y otros productos de desinfección de los vehículos para garantizar la utilización segura de estos servicios adaptados a la nueva realidad que exige el coronavirus. En este sentido, considera que ha existido «un agravio económico» para este colectivo, ya que mientras sectores han contado con ayudas para afrontar estos gastos, no así el taxi, que ha tenido que afrontarlo de su bolsillo y en una situación de considerable pérdida de servicios.
«Esperemos que se visibilice, que vean la gravedad y que las administraciones nos echan una mano», dijo el ciudadrealeño.

«Las dificultades para acceder a las distintas subvenciones, la exclusión del sector en otras ante la falta de ayudas directas para el sector, no hace más que acrecentar la asfixia y desaliento del colectivo», explica la federación con la esperanza de recibir apoyos.