Un juez prohíbe la aplicación Uber en toda Alemania a instancia de los taxistas

La compañía se enfrenta a una multa de hasta 250.000 euros cada vez que viole la prohibición
imageBERLIN. EL PAIS. L. DONCEL.- Primero fueron las ciudades de Hamburgo y Berlín, que prohibieron las actividades de Uber, la compañía on-line que conecta a pasajeros con conductores para que viajen de forma más barata que en taxi. Ahora el veto afecta a toda Alemania. Un tribunal de Fráncfort ha dictaminado que la compañía estadounidense viola la ley después de que los profesionales del taxi hubieran protestado contra lo que consideran un servicio de transporte irregular.
Uber se enfrenta al veto en un país en el que desembarcó en febrero del año pasado. El motivo es que los conductores que se dan de alta en esta aplicación para smartphones no cuentan con la autorización correspondiente, según el auto del juez.
La compañía de alquiler de coche entre particulares puede reclamar audiencia para tratar de levantar el veto. Pero mientras esto no ocurra, la justicia alemana podría reclamar hasta 250.000 euros cada vez que Uber viole la prohibición.
Hasta ahora, Uber está presente en las ciudades de Berlín, Hamburgo, Múnich, Fráncfort y Dusseldorf, pese a que en las dos primeras cargaba con un veto de los Gobiernos regionales. La compañía tenía pensado establecerse en otros siete municipios alemanes. Según los datos de la propia empresa, está presente en más de 200 ciudades del mundo, entre otras Barcelona, París, Bruselas y medio centenar de Estados Unidos. Otros países europeos también han bloqueado su uso, como Bélgica, mientras en Londres ha sido declarado legal.
La empresa de San Francisco ha anunciado que luchará contra la decisión del tribunal de Fráncfort. “Vamos a luchar contra este fallo y a defender nuestros derechos con ahínco y hasta el final”, ha señalado Uber al periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung. Los profesionales del taxi se sienten reivindicados en el fallo del juez, ya que achacan a Uber competencia desleal, al no tener que afrontar los costes de licencias que sí son obligatorios para los conductores de taxis tradicionales. Uber es una de las muchas aplicaciones que han surgido a raíz de la eclosión de la llamada economía participativa que utiliza internet como medio de difusión.