Fallece un taxista de Vilassar tras 20 meses en coma por la paliza de cuatro jóvenes

El juicio que se debía celebrar el pasado 7 de junio contra cuatro jóvenes que asestaron una paliza el 7 de septiembre de 2008 a un taxista de Vilassar de Dalt ha quedado suspendido. El 10 de mayo falleció, Juan Martínez Duran, el taxista, tras estar 20 meses en coma irreversible desde la brutal paliza. Los agresores que hasta ahora se enfrentaban a un delito de asesinato en grado de tentativa, a partir de ahora lo harán en grado de consumado. El fiscal podría así elevar su petición inicial de cárcel que había fijado en 16 años.
Juan Martínez, un taxista de 50 años, fue apaleado brutalmente por cuatro jóvenes que hacían botellón junto a una discoteca, en un polígono de ocio nocturno en Mataró. Desde entonces, ha estado en coma irreversible “sin hablar, ni andar, ni comer; como mucho, abría y cerraba los ojos”, explicó Antonia al diario EL PAIS. Los médicos del Instituto Guttman no daban ninguna esperanza a la familia de Juan.
“Los chavales le pidieron que les llevara a Girona, pero mi hermano se negó y por eso le pegaron. No les habían dejado entrar en la discoteca y, después del crimen, se fueron a una gasolinera a pactar quien lo había matado”, explica Antonia.
Según el relato de la fiscalía, sobre las 2.30 horas, Juan preguntó a un joven la dirección de una discoteca. Juan y Cristian S.P., uno de los acusados, iniciaron una violenta discusión hasta que el chaval, que estaba bebiendo en la calle con los amigos, le destrozó un retrovisor. El taxista bajó del coche y, según el mismo relato, sacó del maletero un bate de madera “para recriminar a Cristian su actitud”,
La situación se volvió en contra del taxista cuando Cristian le arrebató el bate y le pegó varios puñetazos en la cabeza y el abdomen hasta tirarle al suelo. Ahí empezó la peor : la paliza. Los amigos de Cristian , también acusado por el asesinato (Xavier B.G., Albert M.J. y Pilar L.J., todos ellos mayores de edad)se le unieron “para acabar con su vida” y, aprovechando que el taxista no podía defenderse, le propinaron patadas en la cabeza con todas sus fuerzas, apoyándose en los vehículos para golpearle con más impulso”, prosigue el fiscal.
Otros dos jóvenes presentes en la escena “no hicieron nada” para evitar la agresión y uno de ellos, además intentó deshacerse del bate. Los jóvenes salieron pitando de allí, pero los Mossos d’Esquadra montaron un dispositivo tipo jaula para evitar su huida y les detuvieron.