Una taxista de Ourense recibe una paliza de un atracador que logró robarle 200 euros
El presunto agresor ha sido detenido tres veces en ocho días por distintos hechos delictivos
OURENSE. MIGUEL CAO. LA REGION.- Un hombre ingresó en prisión provisional este lunes tras agredir a una taxista y robarle 200 euros. El presunto agresor, Mikel G.E., solicitó el sábado por la tarde los servicios de un taxi y mandó a la conductora ir a dos lugares diferentes y, cuando estaban en la calle Monte Medulio, la amenazó con un objeto punzante y comenzó a agredirla pegándole patadas y puñetazos, según fuentes conocedoras del caso.
Una persona que pasaba por allí le empezó a gritar y le amenazó con llamar a la Policía, lo que provocó que Mikel escapase corriendo con los 200 euros que había robado. En ese momento no pudo ser identificado, pero por la noche, gracias a la colaboración de Policía Nacional y Policía Local, fue finalmente detenido en Covadonga.
La conductora, que quedó medio inconsciente, tuvo que ser trasladada en ambulancia al hospital como consecuencia de las agresiones, con el tabique nasal roto y varias lesiones por todo el cuerpo.
El objetivo de Mikel, que es adicto a las drogas, era hacerse con el dinero de la taxista, pero esta no accedió voluntariamente a entregárselo, por lo que el detenido comenzó a emplear la violencia. Por ello, fue vital la intervención del viandante que consiguió reducirlo, aunque no pudo evitar que huyese.
El detenido es un viejo conocido por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, ya que tenía una requisitoria pendiente por una condena. Además, en los últimos ocho días fue detenido hasta en tres ocasiones por la Policía Nacional por distintos hechos delictivos, todos ellos relacionados con robos con violencia, lo que indica que es una persona muy agresiva.
Mal comportamiento
El detenido también mostró una actitud violenta una vez fue trasladado a la comisaría. Mikel se enfrentó a la dotación policial que tenía que trasladarlo al juzgado para pasar a disposición judicial, intentando pegar a los agentes, amenazándolos y golpeando el mobiliario.
Esta no fue la única agresión que sufrió un taxista durante las últimas semanas, ya que otro conductor también tuvo un incidente. Por ello, desde el sector muestran su preocupación por este tipo de incidentes y empiezan a alertar de los riesgos a los que están expuestos al ejercer su actividad profesional.