Los conductores de VTC de Madrid deberán aprobar un examen

MADRID. MADRID ES NOTICIA.- Hace tiempo que los vehículos de arrendamiento con conductor, más conocidos como VTC, están en el centro de todas las miradas por varios motivos. Principalmente en la de los taxistas, el sector que más afectado se ha visto por la irrupción de este servicio de transporte en Madrid.

Y una de sus exigencias ha sido siempre la de la profesionalización de estos chóferes, tal y como se exige al gremio del taxi. Una reivindicación que ya ha dado sus frutos, puesto que la Comunidad de Madrid ya prepara una nueva normativa para que los conductores de VTC tengan que aprobar un examen teórico similar al que deben realizar los taxistas para poder circular.

El documento ha sido presentado este lunes por el consejero de Transportes, Ángel Garrido, a los representantes del sector del taxi y VTC en el Comité Madrileño de Transporte por Carretera.

La propuesta de la nueva regulación, que se realizará mediante la modificación de la Ley de Ordenación y Coordinación de los Transportes Urbanos, supondrá más requisitos para los conductores y empresas de los VTC, y endurecerá las sanciones.

Garrido ha subrayado que esta propuesta pretende definir «un marco equilibrado de competencias que garantice el futuro de los taxis y los VTC», ya que, según su opinión, «hay espacio para los dos y así lo quieren los madrileños, quieren poder elegir y optar por todas las modalidades de transporte».

Ante la falta de normativa estatal, La Comunidad avanza en esta regulación que establece una serie de requisitos a los conductores de VTC, que serán similares a los que el Ayuntamiento de Madrid exige a los taxistas, como disponer de permiso de conducir B o superior, con al menos de un año de antigüedad, y deberán superar un examen de 100 preguntas.

Se evaluarán de cuestiones relacionadas con la seguridad vial, conducción eficiente, primeros auxilios, marco jurídico y el conocimiento de la ciudad y la región, así como de un test psicotécnico. Además de estos seis módulos, habrá uno optativo de inglés. Además, deberán realizar un curso de formación de actualización de conocimientos cada cinco años para poder seguir ejerciendo su actividad.

Garrido ha precisado que los conductores que lleven prestando servicio desde hacer más de seis años «de forma ininterrumpida» no tendrán que realizar esta prueba y tampoco aquellos que trabajen desde hacer ocho años «con interrupciones que no supere un total de cinco meses.

Endurecimiento de condiciones

Con la nueva normativa, no se establecerá ningún periodo mínimo de precontratación como hasta ahora, pero los conductores no podrán circular ni estacionar en lugares como aeropuertos, estaciones de tren o autobuses, hoteles, hospitales y centros comerciales, o a menos de 100 metros de espacios de «gran concentración de personas», como eventos culturales, deportivos, musicales o sociales, sin que hayan sido contratados previamente.

Para evitar que puedan captar viajeros en la calle, los vehículos VTC solo podrán ser geolocalizados por los usuarios una vez se produzca la contratación del servicio.

La Comunidad de Madrid permitirá realizar e servicio en el entorno urbano a los titulares de autorizaciones estatales de VTC otorgadas con anterioridad a la entrada en vigor de la nueva regulación

Además, deben estar dadas de alta en el Registro de Empresas y Actividades de Transporte y se crea una nueva autorización regional para la prestación del servicio, que estará condicionada por la proporción 1/30 (una autorización VTC por cada 30 licencias de taxi) o por aquella que determine en cada momento el Estado.

Las empresas deberán contar con el mismo número de conductores que autorizaciones VTC de alta y sus titulares estarán obligados a prestar servicio de forma efectiva, ya que, de no hacerlo, perderán la misma.

La Comunidad de Madrid hará una revisión cada dos años, durante el visado de las autorizaciones, y se dará de baja a aquellas que no hayan prestado servicio durante 60 días el año anterior o durante 120 desde el anterior visado.

La nueva normativa establecerá que las flotas tengan un mínimo de vehículos adaptados para personas con movilidad reducida, de manera que se garantice que alcance al menos el 5 % de las VTC. También deberán disponer de etiqueta ambiental Cero o ECO.

En cuanto al uso compartido, se autorizará esta posibilidad mediante la contratación de plazas de pago individual en cada vehículo, una opción ya disponible en los taxis.

Las sanciones se endurecen y se amplían las infracciones que conllevan la inmovilización del vehículo y la revocación de la autorización.