Uber tienta a los taxistas de Barcelona para que trabajen con su aplicación
La multinacional exporta a Barcelona el modelo implantado en Madrid hace un año
BARCELONA. LA VANGUARDIA. LUIS BENVENUTY.- Cero por ciento comisión. Regístrate en Uber antes del 15 de diciembre y pruébanos gratis durante los tres primeros meses. “300 euros por cada taxista recomendado: promoción valida para taxistas registrados antes del 15 de diciembre ¡pruébanos gratis!”. Estos son algunos de los mensajes que estos días circulan por los teléfonos móviles de todos los taxistas de Barcelona, los señuelos con los que Uber está captando conductores para operar de nuevo en Barcelona en cuestión de días.
Hace apenas una semana que la multinacional de San Francisco reconoció sus planes de expansión, pero en verdad lleva semanas negociando con los responsables de varias flotas de coches bicolores para convencerles de que también operen con su aplicación. Algunas de estas conversaciones están muy avanzadas. “Estamos viendo incluso más interés entre empresas y autónomos del taxi del que nos esperábamos –señalan fuentes de la compañía, muy satisfechas con el cariz de los acontecimientos, al menos por ahora–. Estos días estamos teniendo la oportunidad de contestar muchas preguntas y de aclarar las dudas de los cientos de taxistas que quieren trabajar con Uber en Barcelona”. La situación es tremendamente delicada y tiene aires bélicos: una fratricida guerra entre taxistas se cierne sobre las calles de Barcelona. Muchos conductores están velando sus armas.
Porque Uber está resuelta a exportar hasta Barcelona el modelo que implantó en Madrid hace poco más de un año. Allí más de 1.500 taxistas también trabajan con su aplicación. Las diferentes normativas, sin embargo, obligarán a la multinacional a realizar algunas modificaciones. La principal diferencia es que en Madrid los conductores cobran a los clientes que consiguen a través de la app los precios que marca la propia compañía, que son dinámicos y se basan en las leyes de la oferta y la demanda.
Y en Barcelona los conductores no tendrán más remedio que continuar trabajando con las tarifas oficiales reguladas por las administraciones. De todas formas Uber empleará aquí la 3, una tarifa oficial poco conocida por la ciudadanía que permite concertar un precio cerrado de antemano, en verdad uno de los grandes estandartes de la empresa. Además, uno de los detalles más importantes de todo este tinglado será igual aquí y allí. Tanto en Madrid como en Barcelona, y encima sin necesidad de moverse, Uber se queda una comisión del 12% de cada carrera tramitada con su aplicación. Cabify también opera de un modo parecido en Madrid, València y Santander desde el verano del año pasado, y están muy satisfechos con los resultados.
Una idea consolidada
En estos momentos unos 1.500 taxis operan en la capital española con esta app
La verdad es que hasta ahora lo que ralentiza el regreso de Uber a Barcelona es el papeleo. La compañía aguarda que el Institut Metropolità del Taxi (Imet) le dé luz verde, segura de que todo está en orden, de que todo es una cuestión de celeridad administrativa. “Uber presentó una comunicación para trabajar con una app como empresa de mediación en el servicio de taxi –señalan en el Imet–. Para que pueda ejercer hemos de comprobar que cumple con los requisitos establecidos y que valida técnicamente el software a los efectos de las tarifas del servicio del taxi, que son obligatorias”. Los planes de la multinacional cogieron a contrapié a las administraciones. La pandemia también ha revuelto el mundo del taxi.
“El único modo de soportar esta situación es trabajando también con la aplicación de Uber –cuenta un taxista de Madrid de 52 años, con tres lustros en la profesión, que se bajó la app en cuestión poco antes de que se declarara la pandemia–. Antes del 15 de marzo yo conseguía la mitad de mis clientes del modo clásico, fijándome en la gente que levantaba el brazo por las calles, y la otra mitad con alguna aplicación. Pero ahora consigo el 95% de mis clientes a través de las aplicaciones de Uber y de Cabify. ¡Ahora mismo yo en el móvil lo tengo todo! Yo no pienso pasarme el puñetero día en Atocha muriéndome de asco para conseguir luego una carrera miserable de 15 euros. Yo prefiero dar vueltas por la ciudad y que me vayan entrando los servicios por el móvil. Sin Uber ya estaría arruinado, debajo de un puente. Hay mucho pijo que se decepciona al verte, que espera un Mercedes negro… pero luego agradecen que sepas conducir y conozcas la ciudad”.
Otros dos taxistas de Madrid, de 52 y 51 años, uno y otro en este oficio desde hace un cuarto de siglo, dos de los primeros de la capital española en sumarse a Uber hace poco más de un año, también aseguran que en estos momentos consiguen la mayor parte de sus clientes a través de la aplicación de la multinacional. “Antes de la pandemia los que nos entraban por la app ya eran más de la mitad –prosiguen estos taxistas–. Los chinos que aterrizan Madrid, los rusos, los estadounidenses, ¡todos! lo primero que hacen tras encender el móvil es activar la app de Uber. ¿Nos vamos a quedar sin ellos porque sí? La pandemia pasará, y los chinos, los rusos y los estadounidenses regresarán”. “Y mientras tanto Uber nos está permitiendo sobrevivir, superar un momento muy complicado”. “Además, estamos compitiendo con las VTC usando sus mismas armas”.
“Lo malo fue que unos taxistas que están en contra de Uber colgaron vídeos nuestros en Facebook”. “Nos trataron como a delincuentes. ¡fue muy duro!”. “Cuando trabajamos a través de la aplicación lucimos el dígito 9 en la capilla del taxi, indicativo de que estamos trabajando con un precio cerrado… y la verdad es que entonces da un poco de cosa circular por determinados lugares a determinadas horas, pero…”. “Por eso preferimos ocul-
tar nuestras identidades”., señalan.
Primeros contactos
La multinacional lleva semanas negociando con flotas y haciendo ofertas a autónomos
No hace mucho un taxista de Madrid hizo pública una carta de arrepentimiento. “Después de pasar los peores días de mi vida en el taxi realizo este escrito para enmendar mi traición a mi sector”. El taxista cuenta que las penurias económicas le llevaron a bajarse la aplicación de Uber. “Salió un vídeo donde se muestran imágenes de taxistas que colaboran con esta empresa disruptiva donde aparece mi imagen y datos personales que suponen un daño para mí y mi familia, y es a partir de ese momento cuando se produce un terremoto informativo que me provoca un desasosiego tremendo que no estoy dispuesto a soportar por el bien de mi salud, y es por ello que pido públicamente perdón. La aplicación de Uber ha sido desinstalada de mi teléfono”. Sí, un enfrentamiento entre taxistas se cierne sobre las calles de Barcelona.
“No sabemos lo que va a pasar –reconoce Alberto Álvarez, alias Tito , de Élite Taxi, la principal asociación de profesionales en Barcelona–, hay gente muy cabreada con las tretas de Uber para regresar a Barcelona, seguro que como poco comienzan a mover los nombres y fotografías de todos los taxistas que trabajen con Uber… porque lo que está haciendo Uber es meterse en el mundo del taxi para destruirlo, para monopolizar de una vez por todas el transporte urbano de pasajeros. A estas multinacionales no les importa que la ciudad se llene de coches y aumente la contaminación, únicamente les importa tener un coche a un minuto de cualquier posible cliente. Y luego, cuando lo dominen todo, harán lo que ya hicieron en otras ciudades: ¡subir los precios y sus comisiones! Dicen que el taxímetros es antipático. Lo que pasa es que no les gusta porque el taxímetro está regido por unas tarifas acordadas por los profesionales y las administraciones, y ellos lo que quieren es cobrar lo que les dé la gana, según entiendan la oferta y la demanda. Y los taxistas de Barcelona no están dispuestos a dejarse matar lentamente… Así que veremos lo que pasa”.