Uber pierde una primera batalla clave para el modelo actual de economía 'bajo demanda'
Estados Unidos. El Blog Salmón. Jesús Martínez.- Es el nudo gordiano de todo el conflicto de Uber y los nuevos servicios bajo demanda. ¿Quienes ejercen como conductores son trabajadores? Hasta ahora, no lo eran. La Comisión de Trabajo de California (Estados Unidos) ha dicho justo lo contrario. Una primera derrota que puede afectar de lleno a este sector.
El fallo fue planteado en marzo pero no se ha hecho público, según NYTimes, hasta que Uber ha apelado esta misma semana. Tal y como explica Reuters, el organismo señala que la compañía está, pese a lo que defienden, “involucrada en cada uno de los aspectos de las operaciones”. Es justo lo que argumentaban los conductores: la firma ejerce un control exhaustivo respecto a las tarifas, a quiénes pueden acceder a su plataforma, el comportamiento en los coches, las cargas de trabajo…
Si se da luz verde definitiva, se trataría de un serio revés para la firma y un espaldarazo para el colectivo de conductores tras meses reclamando. La decisión pondría en serio peligro el modelo tal y como hoy se conoce, incrementando de manera muy significativa los costes.
En estas mismas líneas recordábamos recientemente un caso: tras la regularización de sus trabajadores, la startup Maclean, dedicada a la limpieza de viviendas, ha tenido que lidiar con diferencias en los costes laborales de hasta el 40% con sus competidores.
Esta no es la única batalla que, con el mismo telón de fondo, tiene la compañía de transporte en Estados Unidos. Los jueces federales de San Francisco que se han enfrentado con demandas similares acabaron derivando la decisión a jurados para que sean éstos quienes den su veredicto, según Bloomberg.
Este paso no debe sorprender en España, habida cuenta del pronunciamiento que la Inspección de Trabajo de Cataluña hizo público en los últimos días. El organismo concluyó tras siete meses de investigación exactamente lo mismo que la Comisión de California: los chóferes son empleados de la firma a todos los efectos.
Es, hasta hoy, el golpe más duro. Y quizás un precedente muy importante que no sólo va a cuestionar el modelo de la compañía de transporte, sino el de otras muchas. Como aseguraba Dan Primack de Fortune en un tuit: Los inversores de estas firmas deben estar, cuando menos, preocupados.