¿Por qué los colores de los taxis son diferentes en cada ciudad y cuál es su significado?

Un hilo de Twitter arrasa enseñando la historia de los colores de los taxis

Usuarios de Twitter comparten los improvisados “sistemas de seguridad” que han instalado algunos taxistas

BARCELONA. LA VANGUARDIA. CARLOTA BISBE.- Solo hace falta cambiar de ciudad en un mismo país para ver que los colores de los taxis son completamente diferentes: en Barcelona son de color amarillo y negro, mientras que en Madrid son blancos con una raya roja en diagonal. ¿Cómo puede ser que sean tan diferentes siendo dos ciudades del mismo país?

Pues bien, para entender esta incógnita tenemos que remontarnos a la Antigua Roma donde ya contaban con carros de alquiler para los ciudadanos que necesitaban transporte. Aunque el primer taxímetro tal y como lo conocemos a día de hoy fue fabricado en 1897 por Daimler, en Roma ya habían mecanismos que funcionaban de una forma parecida.

“El mecanismo era un eje que tiraba bolas conforme avanzaba el carro y después el pasajero pagaba en función de las bolas liberadas”, explica el usuario de Twitter @Albertofm20 en un hilo sobre los distintos colores de los taxis en función de la ciudad.

Cuando empezaron a colocar los primeros taxímetros en los años veinte, los taxis estaban obligados a poner una raya de color a modo de identificación de los precios: siendo la blanca la más barata, seguida de la roja, después la amarilla y la azul la más cara. Un sistema que se adoptó en ciudades de todo el mundo durante mucho tiempo.

Sin embargo, en el caso de Barcelona, en 1929 con motivo de la Exposición Universal todo cambió: “Había mucho turista y había un gran conflicto en las tasas, así que se decidió que la raya fuera amarilla (60cents/km), de esta forma todos fueron así y los coches ya eran negros de por sí, esta es la razón del actual color de Barcelona”, explica Alberto.

Algo parecido pasó en Madrid, cuando se encontraron que la ciudad estaba repleta de coches de diferentes colores en función de las tasas y decidieron homogeneizar a un mismo color. Aunque en un principio el negro y el rojo fue el elegido, a finales de los ochenta cambiaron a color blanco y franja roja.

En el caso de Londres, los taxis son negros porque ya salían así de fábrica. Mientras que en Nueva York los taxis amarillos fueron un invento de Harry N. Allen, el empresario que creó NewYork TaxiCab  poniendo un precio fijo por milla para evitar estafas y pintándolo de un color tan chillón para que todo el mundo supiera que eran de la compañía. Todas estas ciudades son un claro ejemplo de la evolución del color de los taxis en función a la historia de cada ciudad.