Los ladrones de catalizadores se están cebando especialmente con los taxistas. Esta es la razón
MADRID. MOTORPASION. ALEJANDRA OTERO.- Los robos a catalizadores llevan tiempo disparados, pero hay un gremio que lo está sufriendo y mucho: los taxistas de Madrid. Poca broma, teniendo en cuenta que el taxi es su herramienta de trabajo y que sufrir este vandálico hurto supone quedarse sin él hasta que instalen uno nuevo.
Según detalla ABC, la Federación Profesional del Taxi de Madrid ha denunciado que, de media, les llegan entre tres y cuatro denuncias de robos diarias. Y eso teniendo en cuenta que solo se trata de los taxistas que piden asesoramiento por este motivo.
¿Y por qué los taxis están lo sufriendo especialmente? La clave la encontramos en los coches que suelen utilizar, y cuyo catalizador están entre los más preciados. Aunque en general, todos los catalizadores son objeto de deseo entre los ladrones por los metales preciosos que los componen.
Los coches híbridos, los más codiciados
Sin el catalizador no se puede circular: quedarse sin esta pieza del coche supone emitir gases nocivos por encima de lo permitido, así que hacerlo es motivo de multa. A efectos, este hurto deja el coche inservible.
Si bien este tipo de robos es habitual, se han disparado aún más si cabe por la falta de componentes. Por ejemplo, según afirma Mapfre, entre enero de 2021 y agosto de 2022, tramitaron más de 3.600 expedientes a consecuencia del robo de catalizadores. Y la Ertzaintza señala que en el País Vasco esta clase de hurtos han aumentado un 20 % en 2022.
Los híbridos de Toyota, el blanco perfecto. Cerca de un 70 % de los taxistas madrileños conducen un modelo híbrido de Toyota. El Prius o el Corolla de carrocería familiar suelen ser los más habituales.
Se da el caso que precisamente los coches híbridos suelen ser el blanco de estos ladrones, como también lo son los SUV. Los todocamino porque su posición elevada facilita la tarea de llevarse la pieza. Y los híbridos, porque sus catalizadores suelen tener más materiales nobles.
Pero además, en el caso de Toyota, y como señalan a ABC desde un taller de reparación de taxis madrileño, sus híbridos disponen de dos catalizadores. A lo que se añade que están más accesibles que otras marcas.
Por ello no extraña que Toyota ofrezca un escudo para catalizadores, a fin de impedir, o al menos complicar, la sustracción de esta codiciada pieza. Ocurre en EE.UU, donde también es habitual este tipo de robos. De hecho, el verano pasado detuvieron a una banda criminal que había atesorado medio millón de dólares gracias a catalizadores robados.
Este opcional no está disponible en el configurador de Toyota España, aunque hay empresas independientes que fabrican e instalan este escudo de protección en varios modelos de la marca. Si bien supone una inversión, es menor a lo que cuesta la reparación y colocación del repuesto.
Pero, ¿por qué es objeto de deseo esta pieza? La clave la encontramos en los materiales que la componen. El convertidor catalítico se integra en el sistema de escape y es el encargado de procesar los gases nocivos de la combustión del motor.
En el interior de los catalizadores encontramos un bloque de material cerámico que está atravesado por microconductos revestidos por metales como el paladio, el platino o el rodio. Materiales cuyo precio es elevado en el mercado.
Según los precios fijados por la Bolsa de Metales de Londres, ahora el rodio se fija en 365 euros el gramo, el paladio en 47,92 euros y el platino en 28,95 euros. Pero tanto el paladio como el rodio han tenido precios más elevados en los últimos tiempos, llegando a rondar los 70 euros y los 500 euros el gramo respectivamente.
A esto se suma que es bastante sencillo robar un catalizador, dado donde se encuentra ubicado. Más en los SUV que no hay ni que elevar el coche. Normalmente la vandálica tarea requiere varias personas, pero no más de dos o tres: uno lo levanta y otro lo roba, mientras un tercero está vigilando. Y no en pocas ocasiones cortan el escape, por lo que los que sufren estos robos también tienen que sustituir más piezas del sistema.
Sin coche varios meses. Más allá de sufrir el robo en sí y, si no lo cubre la póliza del seguro tener que pagar la factura de la reparación (que puede rondar los 1.000 euros o más), se añade el problema añadido de los tiempos de espera para recibir el recambio.
Lo que es fatal para un taxista. Los hay que han señalado hasta dos meses de espera, en el caso de modelos Toyota, según publica ABC. Así, muchos taxistas madrileños que han sufrido este robo, han optado por catalizadores que no son de la marca nipona. Además de ser más baratos, consiguen bajar los tiempos de espera.
Sea como fuere, no es algo exclusivo de la capital española, pues los robos de esta pieza llevan tiempo siendo protagonistas en comunidades de toda España