MADRID. 20MINUTOS. MONICA TRAGACETE.-  Un servicio de taxi a demanda que complemente las líneas regulares de autobuses que dan servicio a los pueblos de la Sierra Norte de Madrid. En esta iniciativa piloto está trabajando actualmente la Consejería de Transportes, Movilidad e Infraestructuras de la Comunidad, que va recuperando poco a poco a pulso administrativo tras los meses de parón obligado por la emergencia sanitaria.

Para poner en marcha este sistema, el departamento que dirige Ángel Garrido aprobó a finales de marzo la ampliación del Área de Prestación Conjunta (APC) de la Sierra Norte, que pasó de 10 municipios en los que había nueve taxis a 30 localidad y una veintena de licencias.

Este trámite, además de ampliar la población beneficiaria de 3.100 a 11.000 personas, posibilitará que los titulares de licencias de taxi de los municipios integrados en la APC puedan operar y prestar servicios en toda la zona con carácter urbano en lugar de interurbano, como hasta ahora.

El próximo paso es que la Mancomunidad aprueba la ordenanza necesaria para realizar los servicios de taxi a demanda, una regulación en la que también se incluirá la posibilidad de realizar trayectos de taxi compartido y servicios precontratados a precio cerrado, lo que supone una mejora para el servicio de transporte público en la zona.

“Con este proyecto queremos ampliar y complementar la oferta de transporte público para los vecinos de la zona de la Sierra Norte que, en ocasiones, se encuentran con dificultades a la hora de planear sus desplazamientos”, explica el consejero Ángel Garrido. “Así, los pueblos con menos de 450 habitantes tendrán una alternativa viable y con un coste asumible tanto para el usuario como para la Administración”, agrega.

El último paso antes de que entre en funcionamiento el servicio de taxi a demanda, explican desde el Gobierno regional, será la firma de un convenio entre la Mancomunidad de Servicios Valle Norte del Lozoya y la Comunidad de Madrid, a través de la Consejería de Transportes, Movilidad e Infraestructuras.

Esta consejería espera que el proyecto piloto pueda ponerse en marcha en el último trimestre del año y toda vez que haya remitido la crisis sanitaria provocada por la Covid-19.