La Guardia Urbana pone cerco al móvil en el coche en Barcelona
BARCELONA.- A una media de 45 denuncias por día, la Guardia Urbana ha aumentado este año el celo contra la práctica de hablar por teléfono móvil mientras se conduce por las calles de Barcelona. También ha aumentado el número de denuncias (24 por día) por no utilizar el cinturón de seguridad.
En los seis primeros meses de este año, la policía local ha hecho 8.175 denuncias por usar el móvil o cualquier otro sistema de comunicación, como el GPS, que implique la intervención manual del conductor con el vehículo en marcha. Este número de denuncias supera en un 23% el del primer semestre del año 2009. En todo el año anterior hubo 15.358 denuncias por estos motivos. Las multas por estas infracciones son de 200 euros y acarrean la pérdida de tres puntos del permiso de conducir. Conductores de coches, entre ellos taxistas y repartidores, pero también motoristas con el móvil incorporado al casco, han sido objeto de estas multas.
El uso del teléfono móvil mientras se conduce ha aumentado ostensiblemente, según la Guardia Urbana. El intendente en el Eixample, Sergi Amposta, atribuyó ayer el aumento de infracciones a que “en general los conductores no perciben hablar por teléfono como un riesgo” y advirtió que hablando por teléfono el conductor “deja de observar un 50% de señales, no se sitúa correctamente en la corriente circulatoria, cambia de carril y reduce la marcha o acelera. Entre que coge el móvil, marca el número o lo busca, llama y habla, pierde nueve o diez segundos”, lo que en Barcelona equivale a recorrer una manzana y media del Eixample, unos 140 metros.
Por otro lado, la Guardia Urbana formalizó, de enero a junio de este año, 4.218 denuncias por no utilizar el cinturón de seguridad, lo que representa un 46% más que en el mismo periodo del 2009. A lo largo de todo el año pasado se hicieron 6.123 denuncias por esta causa.