El STAC defiende al sector del taxi frente a la mal llamada Economia Colaborativa ante
BARCELONA.- Hoy se ha celebrado en el Palau Robert, la primera sesión de la “Taula Sectorial de Transport i Mobilitat”, convocada per la Comissió Interdepartamental para hablar de la economía colaborativa. Por el STAC han estado presentes Lluís Berbel, president i Antoni Servós, secretario de la organitzación. Han asistido otras organizaciones del sector y también asociaicones de transporte de viajeros y también diferentes asociaciones defensoras de las distintas plataformas sobre economía colaborativa.
Los miembros del STAC, al igual que gran parte del resto de asociaciones del taxi, han defendido que la economía, mal llamada colaborativa, no puede coexistir con un transporte de viajeros fuertemente regulado, ya que supone una competencia ilegal y desleal incompatible con la excelente calidad y servicio ofrecida por el transporte en auto-taxi.
Os dejamos la exposición realizada ante la Comision de los miembros del STAC.
Cuestiones:
- La integració de la economia col·laborativa en l’àmbit del transport i la mobilitat
- Quin espai i quines condicions entenem com a posibles.
- Quin és l’entorn en el que no professionals poden, en règim de col·laboradors entre particulars, desenvolupar activitats en aquest àmbit.
Siguiendo las pautas más o menos que se nos han indicado para la intervención, vamos a contestarlas y además a hacer una reflexión sobre la incidencia que puede suponer la economía colaborativa
He de decir lo siguiente. La economía, mal llamada colaborativa, no puede coexistir con un transporte de viajeros fuertemente regulado, ya que supone una competencia ilegal y desleal incompatible con la excelente calidad y servicio ofrecida por el transporte en auto-taxi.
Sostenemos porque así lo creemos, que el transporte de viajeros ha de mantenerse dentro de un marco regulador. Actualmente las normas que regulan el transporte de viajeros desde el Estado son la LOTT (Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres), el ROTT (Reglamento de Ordenación de los Transportes Terrestres), la orden FOM que regula los Vehículos de Alquiler con conductor (VTC), llei de Transport de Viatgers per Carretera Mintjançant Vehicles de Motor i el seu Reglament, la ley del Taxi y los diferentes reglamentos y ordenanzas municipales.
La intervención de terceros, véase Blablacar y algunas otras plataformas como está sucediendo en la actualidad, convierte la economía colaborativa en una economía especulativa y un incumplimiento de las normas establecidas ya que existe una intermediación y un interés económico.
Por lo tanto, la primera pauta del guion está contestada pero para no ser muy simplista quiero indagar más allá.
A los conductores profesionales se nos exige una serie de condiciones en aras de una garantía de un buen servicio al ciudadano que, al final, es de lo que se trata.
En ese sentido, hasta ahora, se nos exigía un carnet especial, el BTP, un carnet profesional imprescindible para, entre otros, policías, bomberos y conductores de ambulancias….todos aquellos cuyo trato directo y diferenciado con los ciudadanos y usuarios les obligaba a tener un plus diferenciador con un conductor particular. Al desaparecer el BTP, algunas administraciones ya están poniendo en práctica la exigencia de contar con un año de antigüedad del permiso de conducir de la clase B o carnet superior en vigor y además un informe psicofísico, expedido por un centro homologado por el Servei Catalá de Transit. Sin ir más allá los transportistas tienen un Certificado de Aptitud Profesional. Hemos de tener en cuenta que estamos trasladando a personas.
Junto a ese carnet, en la mayoría de los ayuntamientos que tienen un número importante de licencias, se nos exige otro carnet más especializado donde se ha de tener conocimiento tanto de las normativas que rigen nuestro sector como también todo lo relacionado con el callejero y conocimiento de la ciudad tanto en sus puntos de interés como el trato con el público. Todo ello para dar un servicio de calidad al ciudadano.
Una vez superado todas estas pruebas que conlleva unos cuantos meses sino es prácticamente un año necesitamos una licencia municipal y una autorización de la Generalitat de Catalunya.
Todo ello redunda en un beneficio del usuario al tener un servicio regulado y de muy alta calidad.
Después a esa licencia le hemos de poner un vehículo que ha de tener unas características determinadas también para beneficio del usuario, no valen todos los coches, para que tenga unas condiciones de habitabilidad adecuadas y entre ellas se nos exige entre otras cosas razonables, que tenga unas dimensiones determinadas, aire acondicionado, pago con tarjeta, etc, etc.
todo ello con unas revisiones periódicas que garantizan el perfecto estado del vehículo así como una revisión del taxímetro que garantiza que los precios aprobadas por el ayuntamiento y autorizados por la Comisión de Precios de Catalunya se cumplan,
Además nuestros vehículos cuentan con los correspondientes seguros tanto para el conductor, el vehículo y los pasajeros y los pagos correspondientes a la Seguridad Social, como autónomos; a Hacienda por la explotación de nuestra industria.
Todo ello en un sector que ya está saturado…..con 12500 licencias en todas Catalunya con un porcentaje de ocupación que no llega al 50 por ciento con un aumento considerable de nuestro competidor legal más inmediato que son las VTC y ahora además se pretende, evidentemente no con el beneplácito de esta organización, aumentar una flota que en el guión se nos dice que sean colaboradores…..
Es evidente que nuestra organización apuesta por un servicio mejor y mas competente que el que existe en la actualidad- Un servicio regulado e intervenido, que es la garantía precisamente de buen servicio para el usuario. Con unas tarifas intervenidas y reguladas…..Todo lo contrario supondría un transporte tercermundista sin ningún tipo de seguridad (ni de vehículo ni conductor) y donde se producirían, sin duda, abusos de todo tipo.
Por tanto, para nosotros, no hay espacio para este tipo de transporte indudablemente privado sino queremos degradar el servicio y perjudicar a los usuarios del servicio de auto-taxi que no tendrán ningún tipo de seguridad ni en cuanto al vehículo, ni al conductor ni tampoco los precios que se les puede aplicar…….
Se han publicado cifras de lo que supone la economía colaborativa pero nadie habla de los costes que supondría para el sector del taxi, sobre saturado, la entrada de más competidores. Estamos hablando, solo en Catalunya de más de 16.000 familias, que viven del taxi, y en el Estado Español de 100.000 familias que a su vez también son consumidores finales de vehículos, combustible, mantenimiento y las aportaciones a Hacienda en los impuestos (IVA e IRPF).
En algunas ciudades donde ha irrumpido esta falsa economía colaborativa, llamada correctamente economía especulativa, ha supuesto la reducción de taxis en más de un 90% con el daño económico que eso ha supuesto tanto en puestos de trabajo autónomo como dependiente y sin que ello haya supuesto una mejora en la calidad y el precio del servicio si no que se ha precarizado mucho mas.
Para nosotros, todo se resumen en que la entrada como lo está haciendo Blablacar y en su día UBER no es con ánimo colaborativo sino todo al contrario son empresas con ánimos lucrativos y con tintes de economía sumergida. Y además saltándose las reglas sobre la competencia leal.
La entrada de empresas falsamente denominadas colaborativas en el sector va a suponer la ruina para el sector del taxi ya que no están trabajando en las mismas condiciones que el taxi.
La entrada de estas empresas va a suponer la desregulación de “facto” del sector y los estudios afirman claramente que la desregulación del sector ha supuesto para el taxi una ruina y para los usuarios un nefasto servicio. Este estudio realizado sobre la desregulación de los taxis (y existen varios) ha supuesto un incremento en las tarifas, una reducción en la calidad del servicio y en las condiciones de los trabajadores. Este estudio se ha realizado sobre diferentes ciudades de USA, Inglaterra, Suecia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur e Irlanda. En muchas de estos países se volvió a la regulación…
Por lo tanto, y en resumen, la economía colaborativa no tiene espacio en nuestro sector, un sector regulado. Nuestra regulación es la garantía de un buen servicio, profesional y de calidad.