Alimentaria abre sus puertas con la mayor oferta del sector

* Más de 140.000 profesionales y 200 millones de beneficio para la ciudad

* En la edición de este año la gran protagonista será la dieta mediterránea

* La feria reduce su duración a cuatro días para abaratar costes

L’HOSPITALET DE LLOBREGAT. LA VANGUARDIA. RAÚL MONTILLA.- Se calcula que cada día de feria haya más de 18.000 servicios de restauración. La ocupación hotelera en la ciudad, según datos del Gremi d’Hotels de Barcelona, se espera que supere el 80%. Más de 8.500 taxis trabajarán cada día a un ritmo frenético, según fuentes del Institut Metropolità del Taxi… Hoy comienza Alimentaria, uno de los salones insignia de Fira de Barcelona, en el que la única duda, más allá de si funcionará o no, es cómo acabará repercutiendo la convocatoria de huelga general del próximo jueves. “No creemos que se produzcan afectaciones determinantes”, asegura Josep Lluís Bonet, presidente de Alimentaria y de Fira de Barcelona.
Aunque la huelga no ha puesto en peligro la celebración del certamen -como sí ocurrió con el Mobile World Congress y el paro anunciado y después desconvocado por los trabajadores de TMB-, sí que se esperan consecuencias, difíciles de determinar y que dependerán del seguimiento de la convocatoria. El salón de este año ha pasado de celebrarse en cinco días a cuatro, porque así lo pedían los expositores. Se abaratan costes y, además, el último día las instalaciones casi siempre estaban vacías, había la sensación de que el quinto día sobraba…
La huelga podría provocar que el salón recibiera mayor afluencia los tres primeros días, aunque el amplio recinto de l’Hospitalet prácticamente garantiza que no se producirá el colapso que sí amenazaba las instalaciones de Montjuïc. Donde sí puede haber problema es con la movilidad, sobre todo el último día, ya que son muchos los visitantes que se trasladan a la feria en coche.
En cualquier caso, las sensaciones son buenas. Y es que el salón, que será inaugurado hoy por los príncipes de Asturias, don Felipe de Borbón y doña Letizia Ortiz, repite cifras similares a las de la edición anterior, la del 2010: cerca de 94.800 m2 de oferta comercial. En total, más 4.000 empresas, de las que 1.300 serán extranjeras, de 75 países.
La previsión es que el certamen atraiga al recinto de Gran Via a más de 140.000 profesionales y que su celebración deje en la ciudad entre 170 y 200 millones de euros, una cantidad de dinero que no se repartirán sólo los hoteleros, los taxistas, los restauradores, los propietarios de los locales de ocio y los comerciantes, sino también las 500 personas que trabajarán en los locales de restauración del propio recinto; los más de 3.500 profesionales que participan en el montaje y desmontaje del acontecimiento; los 600 transportistas, las

150 azafatas, el centenar de personas que se ocuparán de que el recinto ferial esté siempre limpio…

En la edición de este año serán protagonistas la dieta mediterránea, los quesos -sigue el espacio España, el país de los cien quesos-, los ibéricos, los aceites… Y, por encima de todo, las marcas. El salón se ha convertido en foro de su reivindicación, precisamente, desde poco después de comenzar la crisis. La búsqueda de la internacionalización del certamen -Alimentaria celebra una edición en México y otra en Portugal, y en el punto de mira de Fira están ahora Asia y la Europa del Este- atrae compradores de todo el mundo. Hay más de 8.000 reuniones de trabajo entre expositores y grandes distribuidores internacionales (se ha invitado a más de doscientos). Y todo, sin olvidar la innovación. Alimentaria también quiere reivindicar el papel que puede desempeñar para salir de la crisis este sector, que contribuye a la economía española con un 7,6% del PIB. En el 2011, alcanzó una facturación de 80.700 millones de euros, un 0,04% más que en el 2010, según datos de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). Tan sólo el turismo supera su aportación (un 10,3% del PIB).