Uber cierra su servicio en España
* La aplicación de transporte mantendrá su batalla en los tribunales y piensa en modelos alternativos para reabrir
* Uber, que se considera a sí misma una startup, tiene una valoración de 41.200 millones de dólares
* DESCARGABLE El auto judicial sobre Uber en España
31 Dic 2014. EL PAÍS.- La aplicación Uber cierra su servicio en España después de que un juez de lo mercantil ordenase el pasado 9 de diciembre el cese de actividades. Carlos Lloret, responsable en España, ha sido el encargado de comunicar la decisión de la empresa: “Queremos respetar la ley y hemos decidido parar el servicio”. En lo sucesivo la aplicación Uberpop dejará de funcionar. El pasado 25 de diciembre dejó de dar servicio de manera involuntaria, cuando tanto las operadoras como las tarjetas de crédito cortaron la comunicación. Cuando un cliente abría la aplicación, o bien le decía que había un problema de conexión o bien le indicaba que no funcionaba la forma de pago elegida.Sin embargo, el auto del juez no había llegado a sus manos. “Hemos tenido que ir a recogerlo nosotros mismos”.
Hace nueve meses Uber abrió en España bajo la fórmula Pop, un servicio muy parecido al que en Estados Unidos opera bajo la marca Uber X. Primero en Barcelona, después en Madrid y Valencia. En los tres casos las protestas por parte de los taxistas han sido una constante, pero solo en Madrid las demandas de la Asociación Madrileña del taxi en el juzgado han prosperado. Desde Uber insisten en que Pop no es una competencia para el taxi establecido: “No es competencia. UberPop no es para ganarse la vida, sino para conseguir una ayuda, un dinero de apoyo de cuando en cuando”.
No es el único sitio en el que Uber ha tenido problemas. En Francia, estará prohibido a partir del 1 de enero pese al recurso de la empresa ante la Comisión Europea, que deja la decisión final en manos de cada estado miembro. Además, ha sido prohibida en más de una decena de países y ciudades de todo el mundo.
Lloret considera que el rechazo forma parte del proceso de implantación: “En San Francisco, donde empezamos, al principio hubo protestas, hasta que se creó un marco regulatorio que permite operar con normalidad. Lo mismo ha sucedido con Airbnb”. Al mismo tiempo, reconoce que España cuenta con peculiaridades: “No nos reciben con los brazos abiertos, lo asumimos. Somos una nueva competencia en un entorno en el que se pagan miles de euros por una licencia, impuestos altos y se mantiene cerrado el mercado, pero nuestra vista está puesta en el consumidor, en ofrecer una solución más eficiente”.
El responsable de la aplicación cita un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en el que se apoya la necesidad de regular la economía colaborativa para dar paso a nuevas formas de negocio.
Los siguientes pasos a seguir por la aplicación siguen una pauta bien estudiada. En primer lugar, volver si cambia la regulación. En segundo, mantener el litigio abierto y la conversación con las autoridades para obtener un marco legal favorable. Por último, pensar en nuevas formas de transporte de pasajeros entre particulares que si se ajusten a lo que marca la ley actual. No se atreven a dar una fecha concreta pero sí subrayan que el cierre de Uber en España no es definitivo. De hecho, pretenden ampliar la plantilla de empleados en España, aunque, al mismo tiempo no desvelan la cantidad con que ya cuentan. Los conductores no cuentan dentro de la plantilla, sino que son trabajadores por cuenta propia. Uber, que se considera a sí misma una startup, tiene una valoración de 41.200 millones de dólares.
Con la intención de conseguir mayor repercusión en redes sociales, un entorno que les resulta favorable y en el que han basado gran parte de su crecimiento en todo el mundo, han publicado un post en el blog español invitando a publicar en Twitter y Facebook testimonios bajo la etiqueta #yoapoyouber.