Menos humos en el bus y el taxi de Barcelona
· La flota de TMB asume el reto de ‘limpiar’ al máximo su flota sin arruinar la empresa
· El 31,6% de los chóferes ya recurre a vehículos menos contaminantes que el diésel
Barcelona | El Periódico.- No solo la Administración está tomando la delantera en materia de movilidad eléctrica. El transporte público, aunque también de manera tímida, está muy por delante del vehículo privado. Tanto en el taxi como en la flota de Transportes Metropolitanos de Barcelona, la apuesta por las baterías o por sistemas menos contaminantes es una evidencia. En el taxi, el 31,6% de los chóferes ya huyen del dañino diésel, y en TMB ya son más de la mitad los hercúleos autobuses que no usan este combustible.
Si nos centramos solo en los eléctricos, la cifra todavía es muy reducida. Por la capital catalana circulan cinco autobuses eléctricos puros (0,05% del total) y 26 taxis enchufables (0,24% de toda la flota). En ambos casos están por encima de la media total de vehículos. Donde más se nota la diferencia es en la apuesta por el gas y por los híbridos.
Un portavoz de TMB señala que la empresa, desde el 2012, se ha situado “en la vanguardia de Europa por los bajos niveles de emisiones de gases y partículas nocivas para la salud de las personas”. No solo por los cinco autobuses eléctricos -más testimoniales que efectivos- sino por el uso “del gas natural comprimido (390 vehículos) y la instalación de filtros anticontaminantes (en 425 autobuses de los 500 diésel que siguen circulando)”.
Primer modelo chino
La primera unidad eléctrica de la empresa pública de transportes se probó en junio del 2012. Era el modelo K9 de la marca china BYD, y ofrecía una autonomía de 250 kilómetros. Pero no fue hasta septiembre del año siguiente que la compañía adquirió dos de estos vehículos. La ciudad se lo quedó en régimen de alquiler, a razón de 11.580 euros mensuales. Los otros cuatro autobuses eléctricos en circulación, según detallan fuentes de TMB, comparten el mismo método, una suerte de ‘leasing’ que, en este caso “está en concertación con los fabricantes Irizar y Solars en el marco del proyecto europeo ZeEUS” (Zero Emission Urban Bus System). Este programa arrancó en noviembre del 2013 y tiene una duración de tres años y medio y un presupuesto de algo más de 22 millones de euros. Las pruebas se realizan en ocho ciudades europeas, en colaboración con 40 socios, entre empresas privadas y operadores de transporte.
Cinco de más de mil vehículos es una cifra insignificante. Se explica por varios factores. Primero, porque TMB es una empresa con una deuda superior a los 500 millones de euros, lo que da poco margen para inversiones más allá de lo justo y necesario. Segundo, y esto es algo que apunta un portavoz de la propia compañía, porque la tecnología, en cuanto a la electrificación de los vehículos, avanza con mayor lentitud cuando se aplica a los autobuses.
Conciencia y ahorro
En el taxi sucede algo peculiar: cada licencia es una pequeña empresa, ya cada chófer decide lo que considera mejor para ganarse la vida. Pero sí hay una cierta tendencia compartida, basada, sobre todo, en el ahorro. Los taxistas, hasta que la Administración no prohiba circular sin pasajero (lo que obligaría a ampliar sustancialmente el número de paradas), circulan un mínimo de 14 horas al día. La aparición de los híbridos ha revolucionado el sector, hasta el punto de que 2.634, de un total de 10.497 taxis, ya funcionan con un motor mixto de gasoil y eléctrico. A pesar de los avances, todavía queda mucho por pulir, pues el 68,4% de los vehículos negros y amarillos que circulan por la capital catalana lo hacen gracias al gasoil.