La onda expansiva de la reforma de la Diagonal afectará de pleno al Eixample

Las tres soluciones
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Opción B
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Opción A
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  • El STAC en contra que las motos esten en el carril del taxi

  • BCN prepara una batería de cambios en las vías para paliar el aumento de tráfico

    XABIER BARRENA
    BARCELONA
    EL PERIODICO

    Al algunos entendidos en tráfico les gusta comparar el flujo circulatorio con un gas, por aquello de que ocupa todo el espacio que se le dé. Ahora bien, en una lectura inversa, si el espacio que se asigna al paso de coches privados es demasiado pequeño puede producirse una explosión cuya onda expansiva afecte a todo el centro de una ciudad. Es la previsión con la que se trabaja en cuanto a la reforma de la Diagonal, cuyos efectos sobre la trama del Eixample parecen garantizados y solo el optimismo o pesismismo del analista de turno otorgan a esa situación mayor o menor gravedad.
    Según el informe de movilidad empleado por los autores del proyecto de reforma de la Diagonal, el tramo de la avenida entre paseo de Gràcia y la plaza de Francesc Macià es la vía barcelonesa con mayor saturación de tráfico. En la actualidad, cada sentido cuenta con cuatro carriles para vehículos privados y uno para bus y taxi. En la doble propuesta se limita, en el mejor de los casos, a dos carriles por sentido y con la posibilidad de que los coches y los autobuses deban conllevarse.

    POR ARTE DE MAGIA / Parece difícil que a pesar de la extensión del tranvía, la creación de los buses exprés, la aplicación de la malla ortogonal (el retbus, de mas a montaña y de Besòs a Llobregat) y la puesta en marcha de las ampliaciones en curso del metro, los vehículos privados desaparezcan por arte del birlibirloque del asfalto barcelonés. En esta situación el tráfico se asemeja más al agua. Siempre encuentra una vía por la que colarse. Vía que, en este caso, será múltiple y afectará a todas las calles del Eixample, en especial las que discurren en paralelo al litoral.
    Como dijo un vecino guasón, no hay que temer por la calle de Aragó, porque más colapsada no puede ir a todas horas. Pero, ¿y las otras vías?
    El ayuntamiento prepara una retahíla de medidas que traten, en lo posible, de corregir el incremento del tráfico que se prevé y paliar sus efectos. Así, se prevé reabrir la calle de Còrsega, entre la rambla de Catalunya y el paseo de Gràcia, hoy peatonal, y hacer que la vía cruce la Diagonal. Algo que por cierto no ven muy claro algunas voces pues convierte el cruce de la Diagonal con el paseo de Gràcia en un juego semáforico a tres bandas.

    CAMBIO DE SENTIDO EN URGELL // Además, se cambiará el sentido de circulación de la calle de Urgell, en su tramo más cercano a Francesc Macià, justamente para dar una salida a los vehículos que se hayan cruzado el Eixample y no deseen tomar la avenida de Sarrià. Esta, por cierto, pasará a ser de entrada al mallado del ensanche desde la Diagonal hasta la avenida de Josep Tarradellas.
    Entre las medidas que prevé el plan, por cierto, se halla la habilitación de un carril zona 30 en la misma Diagonal, algo que tan solo la opción de bulevar recoge.
    El plan de movilidad también se ocupa de lo que ocurre en el otro extremo del tramo central de la Diagonal, en Glòries. Así, y enlazando ya con la reforma propia de la plaza, aconseja que la calle de la Diputació cruce la Diagonal, y un túnel de dos carriles sentido de salida hacia la calle de Cartagena.

    PREOCUPACIÓN VECINAL / Precisamente, la inquietud parece haber calado en los vecinos del barrio de Fort Pienc, que han pedido información sobre cómo afecta el plan de la Diagonal al propio plan de mejora de Glòries, toda vez que, según lo previsto, buena parte del tráfico sobrante –y molesto– en la plaza debería ser encauzado hacia la avenida.