Juan Marsé y el taxi
BARCELONA. Juan Marsé ha muerto el sábado a los 87 años en el Hospital de Sant Pau de Barcelona. Uno de los constructores de las mejores narrativas desde los años 60. Aseguran, que ha sido uno de los escritores que desnudó a la burguesía catalana.
Ha sido autor de numerosas obras como “Últimas tardes con Teresa” con la que alcanzó la fama, “La oscura historia de la prima Montse”, “El embrujo de Shangay’”, ”Si te dicen que caí”, “Un día volveré”, entre otras….. Su obra toca la cumbre de la literatura española del último medio siglo. Fue premio Cervantes en 2008. Sus libros retrataron a una sociedad en evolución desde el tardofranquismo a la democracia.
Juan Marsé y el taxi
Además, para entender a Juan Marsé no se puede olvidar cierta historia según la cual el autor de ‘Últimas tardes con Teresa’ vino al mundo, o al menos al mundo donde nos gusta situarlo, en un taxi. Y es que se cuenta por ahí y él no lo ha desmentido- que su madre biológica murió un mes y medio después de dar a luz y que su padre, a la sazón un taxista que ya contaba con una hija, no se vio con fuerzas como para criar a otro bebé sin la ayuda de su esposa. Según continúa la leyenda, algún tiempo después una pareja se montó en ese mismo taxi. Venían del hospital, donde la mujer acababa de perder a un hijo durante el parto. Así las cosas, durante el trayecto contaron su desgracia al conductor y, quizá para mostrar las paradojas de la vida, éste les devolvió la confianza explicándoles que él acababa de quedarse viudo con un bebé del que no quería responsabilizarse. Según finaliza esta historia, durante aquella carrera hoy perdida en el recuerdo de la ciudad, los tres personajes sellaron un pacto, según el cual el pequeño Juan pasaría a ser adoptado por la pareja que acababa de perder a su auténtico hijo, cambiando de este modo su nombre real de Juan Faneca Roca por el adoptivo Juan Marsé Cabo.
Alvaro Colomer, escritor, en un artículo de opinión en La Vanguardia escribió en su dia: Me encanta esta historia. Sobre todo porque define a la perfección el modo en que los lectores nos imaginamos el universo de Juan Marsé. Al parecer, su madre adoptiva le contó esta historia cuando alcanzó la suficiente edad como para entenderla y él, supongo que también encantado de tener un origen tan novelesco, la dio por buena sin darle más vueltas, aun cuando Vázquez Montalbán escribiera algún tiempo después: “El padre biológico se convirtió en un mito furtivo que algún día volvería y escasamente volvió en dos ocasiones, aunque en su retiro en un pequeño pueblo de Cataluña, el viejo Faneca comentaba con orgullo que era padre de un escritor importante
El mito del padre aplazado se agrada, se ultima en ‘Un día volveré’, pero subyace en sus novelas como sombra o cicatriz, adivinadas”.
La editorial Anagrama publicó una biografía sobre Premio Cervantes 2008 donde se corrigen ciertos aspectos de la anécdota antes contada. El autordel libro, Josep Maria Cuenca, ha investigado sobre el asunto, en su libro Mientras llega la felicidad. Una biografía de Juan Marsé
Alvaro Colomer siempre sugirió: “ Aunque no sea cierta, aunque sientan el impulso de rendir tributo a la verdad, aunque estén cansados de mitificaciones, ¡no toquen esta historia! Quédense ustedes con la realidad, que nosotros preferimos la leyenda.
Juan Marsé Uno de los autores más carismáticos de la llamada Escuela de Barcelona, con nombres que eran también amigos como Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral, Juan García Hortelano, Manuel Vázquez Montalbán, Juan Goytisolo, Terenci Moix y Eduardo Mendoza, tuvo una vida que bien podía haber sido una aventi, las historias que se contaban los niños que poblaban sus obras, en esa infancia marcada por el frío, el estraperlo, hijos todos de los vencidos, en una Barcelona gris delimitada por los barrios del Carmelo, el Guinardó y Gràcia, donde el escritor, nacido Juan Faneca en 1932, vivió tras ser dado en adopción.
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