Guerra entre taxistas y hoteleros
BARCELONA. LA RAZON. ANGELA LARA.- Cuanto más largo es el servicio, mayor beneficio para el taxista y su compañía, por lo que el aeropuerto es el destino más deseado por todo el sector. Los sindicatos del taxi denuncian las comisiones que algunas emisoras y chóferes pagan a los porteros, recepcionistas y conserjes de hoteles barceloneses a cambio de que éstos les llamen cuando algún huésped solicite un taxi para ir hasta el aeropuerto.
«En Barcelona existen unas cuantas radioemisoras especializadas en el tema comisionista. Digamos que prácticamente sólo hacen estos servicios y van por los hoteles, restaurantes, clubs… ofreciéndolo», asegura José María Sánchez Baena, secretario del sindicato del Taxi de Barcelona (STAC), que cifra el número de taxistas implicados en esta actividad en «unos mil coches repartidos en cuatro o cinco radioemisoras especializadas como Aero Taxi, City Taxi o Tele Taxi». Las comisiones oscilan entre el euro y los tres euros para recorridos interurbanos y entre los siete y los diez euros para servicios al aeropuerto.
Una práctica común
Se trata de una actividad perfectamente organizada y de sobras conocida por el sector. La compañía de taxis ofrece a los empleados del hotel una comisión a cambio de que contraten sus servicios. Después, el propio taxista es quien debe abonar la cantidad correspondiente a su compañía, por lo que éste, a título individual, suele cobrar más de la cuenta al cliente para compensar. «En algunos casos, un hotel puede llevarse cerca de 6.000 euros al mes en comisiones», destaca José María.
Desde el sector, nadie se opone a que un hotel confíe a una compañía concreta los desplazamientos de sus clientes. El problema surge cuando para ello se recurre al pago de comisiones, que acaba desembocando en un timo al usuario del taxi. «Pensábamos que poniendo paradas de taxis en la puerta de los hoteles se acabaría con esta actividad comisionista, pero en muchos casos no ha sido así», señala José María. «El Hilton Diagonal Mar, por ejemplo, siempre llamaba a una emisora para satisfacer la demanda de sus huéspedes, pero desde que instalaron una parada de taxis en su puerta ha dejado de hacerlo», añade el secretario de STAC.
«El 99 por ciento de los hoteles que no tienen parada de taxi en la puerta llaman a una emisora comisionista y los que tienen, suelen respetar, excepto algunos como el H10 Marina o el Holiday Express de la calle Pallars», apunta José María.
«Saben que no podemos hacer nada contra ellos porque si los denunciamos siempre se amparan en el artículo 35 del reglamento y se van de rositas», denuncia. Dicho artículo establece que un taxista no puede encochar a menos de 50 metros de una parada, excepto cuando el cliente haya llamado previamente a la emisora para solicitar el servicio. Esta práctica, además, ha desembocado en una guerra abierta entre emisoras comisionistas que luchan por hacerse con el mayor número de hoteles y los más rentables a base de incrementar su oferta económica.
El jefe de recepción del hotel H10 Marina asegura que «no cobramos comisiones. Se trata de una guerra entre emisoras en la que nos han querido meter pero nosotros no tenemos nada que ver en todo esto». Admite que suele trabajar con tres emisoras, pero por una cuestión de confianza. «Si el cliente tiene un problema con el taxista, a quien se queja es a nosotros por lo que es conveniente que podamos localizar a ese chófer y presentar la queja a su compañía».
Uno de los dueños de City Taxi, a la que los sindicatos señalan como una de las emisoras comisionistas, niega recibir comisión alguna por servicio, añade que «sólo busco trabajo para mis taxistas». «Yo como empresa puedo comisionar si me da la gana. El taxista individualmente no porque lo prohíbe el reglamento», apunta.