El taxista autónomo teme que el empresario se libre de los turnos
* Aplicación de la opción elegida por referendo para quitar coches de la calle
* La Administración podría dejar al margen a parte del gremio por miedo a una demanda
* El chófer por cuenta propia pide anular la votación si al final se hacen distinciones
BARCELONA. EL PERIODICO. CARLOS MÁRQUEZ DANIEL- Nadie en el sector del taxi osa poner en duda el resultado de la consulta realizada la semana pasada. Los conductores decidían la mejor manera de quitar coches de la calle para equilibrar oferta y demanda, y la elevada participación (69%) demostraba el grado de implicación del colectivo en un momento de crisis aguda. Venció el sistema de turnos -mañana o tarde, con noche abierta para todos- y, aunque a muchos no les gustó, no les quedó otra que aceptar la voz de la mayoría. Ahora, tras una primera reunión entre los representantes del gremio y la administración, planean serias dudas sobre la puesta en marcha de la propuesta, sobre si se aplicará por igual a autónomos y empresarios.
La buena voluntad de CiU con este referendo, tras una década de cierto inmovilismo, puede acabar estallándole en las manos. La medida debía entrar en funcionamiento cuanto antes, en mayo si es posible, pero si alguien lleva el plan a los tribunales todo se retrasaría y podrían pasar meses y meses. Solución posible: dejamos al margen a los empresarios y lo aplicamos a los que se han manifestado a favor de quitar taxis de la calle, esto es, los autónomos. El problema es que el referendo no contemplaba esta cláusula, razón por la que algunas organizaciones ya han anunciado que no aceptarán nada nuevo más allá de lo estrictamente votado. O todos, o nadie.
Luis Berbel, presidente del Sindicat del Taxi de Catalunya (Stac), sostiene que la aplicación de los turnos «debe hacerse sin distinciones, igual para todos, porque eso es lo que se votó el pasado día 22». «Si se deja al margen a los empresarios será la primera vez que el sector se divide en dos, con normas distintas. Eso es algo que no podemos permitir», advierte. A pesar de que el Stac defendía la regulación horaria -control de la jornada a través del taxímetro, con ocho horas para el autónomo y 16 para los coches a doble turno con dos asalariados-, Berbel asegura que respetarán la opción vencedora, pero en ningún caso tolerarán que se alteren las condiciones iniciales.
A LA ESPERA DEL IMT
Carmen de Tienda, presidenta de la Asociación Empresarial del Taxi (AET), prefiere esperar a que el Instituto Metropolitano del Taxi (IMT) explique las condiciones de la propuesta. Adelanta que si se trata por igual a todo el sector presentará «una demanda ante el Tribunal Contencioso-Administrativo para que se respeten los derechos de los empresarios», o lo que es lo mismo, demandarán a la administración por obligarles a despedir a buena parte de sus trabajadores. «Las empresas deben tener un trato diferenciado, y si no es así, iremos a los tribunales», argumenta.
De momento, el IMT, presidido por el concejal de Movilidad, Eduard Freixedes, guarda silencio, valorando los pros y contras de una decisión que, una vez más, pone de manifiesto lo complicado que resulta gestionar un sector tan dividido. Haga lo que haga, da la sensación que unos u otros reventarán los turnos. Los empresarios por considerarlo ilegal, y los autónomos, en el caso que se deje a los primeros al margen, por creer que el referendo queda anulado ante el nuevo marco de aplicación.
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