El taxi replanteará los turnos tras la lluvia de alegaciones
La Administración admite que aceptó la medida sin medir bien sus efectos prácticos
Los chóferes piden conciliación con la vida familiar y libertad para decidir su horario
BARCELONA. EL PERIODICO. CARLOS MARQUEZ DANIEL.- Tenían que entrar en funcionamiento en mayo. Luego se habló de junio. Ahora ya se aplazan hasta octubre. Los turnos del taxi, sistema elegido por el gremio en una consulta celebrada hace un par de meses, no están teniendo una gestación nada fácil. El objetivo -reducir la flota para que la demanda se reparta entre menos coches- parece que choca con el ADN del gremio: la libertad de acción, trabajar cuando uno quiere y durante el tiempo que uno quiere.
El Instituto Metropolitano del Taxi (IMT) ha recibido entre marzo y abril 1.460 alegaciones contrarias a la aplicación de este sistema que reparte el pastel entre mañana y tarde, dejando la noche libre para el que la quiera trabajar. Las instancias giran en torno a dos conceptos: la voluntad de no perder la flexibilidad horaria y la dudosa legalidad de la propuesta. Eduard Freixedes, presidente del IMT, recibió el lunes a los representantes del sector, elegidos la semana pasada en unas elecciones con poca participación -poco más del 30%- que dieron la victoria al veterano Sindicato del Taxi de Catalunya. En ese encuentro, el concejal entonó un «mea culpa» al admitir que la consulta sobre la mejor manera de reducir la flota se hizo «solo desde un punto de vista normativo y no práctico». «Nos faltó un baño de realidad, un estudio económico detallado de cada una de las opciones presentadas», explicó Freixedes, en un ejercicio casi insólito de reconocimiento político de un error.
SISTEMA DEMASIADO RÍGIDO
Se han dado cuenta de que los turnos rígidos, de o todos o ninguno, no son la solución. Taxi Amic, por ejemplo, es una empresa que trabaja solo con personas con movilidad reducida. De aplicarse la medida, muchos usuarios que dependen de este transporte se verían afectados. También tendrían un problema los familiares de taxista que ahora pueden usar el vehículo en las horas en las que el titular de la licencia descansa. Con los turnos en la mano, eso se acabo.
«La razón fundamenta por la que me hice taxista es porque podía conciliar la vida profesional con la familiar», asegura uno de los chóferes que presentó su alegato. «Soy divorciada, tengo un hijo de 9 años y vivo con mi padre de 87 años con controles médicos que hasta ahora podía compaginar con mi trabajo», reza otra taxista preocupada.
Freixedes confesaba ayer que los turnos «deberán ser corregidos». Y se preguntaba si esta opción ganó por ser la favorita o por ser la más fácil de tumbar legalmente. Lo dice porque el taxi lleva una década encallado en divisiones internas que no permiten modernizar la profesión, o por la tensa relación entre autónomos (propietarios de una licencia) y empresarios (dueños de varios taxis). Lo que saldrá aprobado en octubre es una incógnita. Puede que sea una mezcla de turnos y regulación horaria -12 horas para autónomos y 16 para coches a doble turno-. Todo dependerá de la capacidad negociadora de los representantes del taxi. Y también de la paciencia del IMT.
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