El STAC reclama de nuevo en el Congreso TAXI-VTC la diferenciación clara entre ambos sectores

 

Lluís Berbel en un momento de la ponencia

STAC.- Desde el 2009 hasta la fecha estamos manteniendo una lucha de David contra Goliat donde el único objetivo que se pretende es la liberalización absoluta del transporte de viajeros en vehículos de menos de 9 plazas.

La torpeza de la Administración nos ha llevado a los límites que estamos sufriendo en la actualidad. Creemos que ha habido una clara intencionalidad y que la presión de los lobbies liberalizadoras ha creado esta situación de incerteza total que existe en el sector del taxi.

(…)

El taxi vive una situación de incertidumbre desde que en el 2009 (Gobierno del PSOE) se inició un proceso de liberalización de los VTC al modificarse la LOTT, como excusa de la directiva Bolkenstein, y cargarse la proporcionalidad. (En aquel entonces se nos dijo que .no había ningún tipo de problema)

Visto el peligro existente con la caída de la proporcionalidad, se modifica la LOTT en el 2013 (Gobierno del PP) para dar amparo nuevamente a la proporcionalidad que debería de reflejarse en el ROTT. Este tardó en aprobarse y por los pelos: 15 meses en noviembre del 2015 (¿intencionalidad?) y que fue impugnado.

Ese tiempo fue aprovechada por los especuladores para pedir miles de autorizaciones que, aunque fueron denegadas por la Administración, después tuvieron que darse por vía judicial al presentar recursos los peticionarios (cerca de 20.000 en todo el estado español de las cuales 3500 lo fueron en Catalunya).

Finalmente, la sentencia del Tribunal Supremo de junio de 2018 confirma el 1/30 del ROTT y declara al sector del taxi como servicio de interés general. Previamente en abril del 2018 y ante las dudas generadas por el posible resultado del dictamen judicial, el gobierno en activo (del PP) puso la proporción en ley por si acaso el Tribunal sentenciaba en contra. ¿Por qué se puso en abril 2018 y no en julio de 2013? Quizás nos hubiéramos evitado todo este galimatías en el que nos ha llevado la Administración donde el único perjudicado ha sido el taxi. ¿Por qué se liberalizó en el 2009 cuando el transporte quedaba excluido?

Todo hay que contar que UBER penetró en marzo de 2014, bajo el paraguas de la economía colaborativa, saltándose todas las normas de transporte (conductores y coches particulares, tarifas libres y todo sin control) hasta que la intervención del sector del taxi y la sentencia del Tribunal Europeo les hizo bajar del liberalismo salvaje con el que vinieron al Estado español. Finalmente, UBER buscó el refugio en los miles de VTC que se estaban activando a raíz de las sentencias judiciales en aquel entonces.

Tras la decisión del Tribunal Supremo de 2018, el taxi siguió con esta lucha de David y Goliat (recuérdese las movilizaciones del sector en ese año) hasta conseguir el decreto Ábalos 13/2018 en el que entre otras cosas se modificó la LOTT en su artículo 91 y los VTC solo podían hacer servicios interurbanos y habilitó a las Comunidades Autónomas (CC.AA.) para que puedan regular determinados aspectos de las VTC nacionales:

  • Condiciones de precontratación,
  • Solicitud de servicios,
  • Captación de clientes,
  • Recorridos mínimos y máximos,
  • Servicios u horarios obligatorios y especificaciones técnicas del vehículo

(…)

El decreto Ábalos lo que lleva consigo es una moratoria de 4 años para que los VTC puedan hacer servicios urbanos como compensación económica indemnizadora. Aunque verdaderamente quien está pagando esa indemnización es el taxi.

(…)

Pero antes del 2018, y como consecuencia de todo el lío normativo, el pelotazo de las autorizaciones fue de escándalo. Autorizaciones que se concedían por vía judicial se transmitían de forma inmediata creando un negocio tremendo para determinadas empresas. Aquí nadie dijo nada, salvo el colectivo del taxi, claro. Las administraciones ausentes y los medios de comunicación también.

De hecho, por este motivo, se tuvo que elaborar un decreto antiespeculativo para mitigar esta migración continua de autorizaciones recién concedidas a manos de grandes consorcios que no sirvió para nada.

Teniendo en cuenta además que el sector de los VTC tiene como su estandarte saltarse las normas vigentes de forma reiterada. Solo hay que ver la ejecución del Plan de Inspección del año 2021 (año de pandemia) publicado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) con 4464 expedientes resueltos con un 99 por ciento con faltas consideradas graves y que supone un incremento respecto al año anterior de un 42/%.

El más flagrante es el que estamos viendo estos días con el cambio de categorización de los vehículos con autorización VTC. Con cambios de placas de azules a blancas para ponerlas en las ITV y así alargar los plazos de las revisiones con el consecuente problema de seguridad que puede generar al usuario que vaya en ese tipo de vehículos sin cumplir las revisiones legales. También ha sido denunciado por las organizaciones del taxi,

Pero lo que no puede ser es que tras este desaguisado normativo provocado por la Administración y los incumplimientos continuos de la normativa por parte de las empresas de VTC se nos diga ahora que se han de asumir dichos coches y que van a continuar realizando servicios urbanos, como va a pasar en Madrid, bajo la consideración o el lema: “Debe ser el usuario el que elija”.

No se nos puede decir ahora, como nos están diciendo desde Europa, ver el último informe no vinculante de la Comisión Europea, que ambos sectores se tienen que equiparar. Señores. Esto va a asi. Los VTC se crearon para un servicio concreto y ahora están haciendo, otro que no les corresponde. Y por culpa de esos errores de la Adminsitración ahora se nos haga tragar con ruedas de molino y se diga que aquí todos somos iguales. No señor.

Admás porque la pretensión de las grandes plataformas como UBER, CABIFY e incluso FREENOW, aunque ahora esté trabajando en España con taxis, en otros lugares de Europa trabaja con VTC, es quedarse con el mercado del taxi y en definitiva aniquilar al taxi. Tenemos la experiencia. La estrategia es clara por parte de los grandes operadores y lobbies: destruir un sector regulado y que funciona, apoderarse de su mercado y después. una vez destruido, hacerse con el para controlarlo e imponer sus normas en todos los aspectos: servicios y precios.

Por lo tanto y concluyo:

  1. El taxi ha de hacer de taxi, y el VTC, de VTC.
  2. Regulación de los VTC tal y como se establece en las normas.
PONENCIA integra de Lluís Berbel, presidente del Sindicat del Taxi de Catalunya, en la Mesa Redonda con asociaciones de Taxi y de VTC del Congreso TAXI – VTC PROBLEMÁTICAS JURÍDICAS Y TECNOLÓGICAS realizado el 05 y 06 de mayo de 2022 en la Facultad de Derecho, Aula Magna y Salón de Grados, de la Universitat de Barcelona:

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