El 40% de los taxistas apuestan por un híbrido al cambiar de coche

* El motor mixto gasolina-electricidad pasa del 1,2% al 9,5% de la flota en dos años
* El 15,8% de los chóferes de BCN ya se decantan por energías alternativas al petróleo
BARCELONA. EL PERIODICO. CARLOS MÁRQUEZ DANIEL.- Suele decirse que para comprar un coche robusto, que dure años y no dé muchos problemas, lo mejor es fijarse en la flota de taxis, pues ellos, los taxistas, saben mejor que nadie qué modelo les va a permitir circular una media de 60.000 kilómetros anuales sin que el motor se despeine en exceso. La cosa estaba reñida entre varios modelos de Skoda y Seat, pero el año pasado hubo un cambio de tendencia con la irrupción del vehículo híbrido: casi el 40% de los conductores que cambiaron de automóvil optaron por un Toyota Prius.
Barcelona cuenta con 10.431 licencias de taxi representadas por 11 marcas y 25 modelos que previamente han tenido que ser homologados por el Instituto Metropolitano del Taxi (IMT). A día de hoy, el 9,5% de la flota corresponde a coches impulsados por gasolina y electricidad, un porcentaje que hace un par de años era del 1,2%. En el 2011 pasaron por el concesionario 1.373 taxistas (el 13,2% del total). De todos ellos, 545 optaron por el Prius (39,6%), mientras que en segunda posición y a mucha distancia se apostó por el Seat Altea XL (22,2%) y, en tercer lugar, por el Skoda Octavia (16,1%).
De momento, la apuesta por el vehículo ecológico ha sido un coto reservado a la administración pública. En Barcelona, el ayuntamiento dispone de unos 250 vehículos eléctricos y otros 50 híbridos, mientras que en el terreno particular, el número de coches y motos enchufables no supera los dos centenares y el híbrido asoma la patita tímidamente. De los 185 usuarios registrados en el proyecto Live –los 240 postes de recarga distribuidos por la ciudad- 120 son motoristas; a todas luces, una comunidad insuficiente para hablar de cambio verdadero.

AHORRO EN MANTENIMIENTO

Raul Aldehuela fue uno de los primeros taxistas en apostar por el híbrido. Con 35 años y 15 dedicados al taxi, no se arrepiente de haber comprado «un modelo que es más caro pero que a la larga sale a cuenta». Más allá de mimar el medio ambiente, destaca el ahorro en mantenimiento y, por supuesto, en combustible, y está convencido de que cada vez serán más los taxistas que apostarán por estas máquinas. De hecho, el 15,8% de los taxis del área metropolitana usan energías al margen del petróleo, entre híbridos (967), butano (602), biocombustible (49) y gas natural (33).
Lo que todavía queda lejos es la apuesta por el taxi totalmente eléctrico. Por el momento, solo lo ha hecho un valiente taxista de Valladolid. Sucedía en octubre, y leído el pomposo estreno, da la sensación de que va patrocinado y subvencionado hasta las cejas. Aldehuela echa de menos «más infraestructura» para poder dar el paso. Pero no lo descarta. De momento, a buscar clientes, que la cosa está complicada.