Las protestas del taxi fuerzan a la DGA a anunciar una ley para convivir con los VTC
Un millar de vehículos marchan por las calles de la ciudad ante la incursión de este modelo y otros problemas que vive el sector
ZARAGOZA. EL PERIODICO DE ARAGON. MARCOS DIAZ.- Hasta un millar de taxistas han protestado este martes en Zaragoza ante la incursión de los conocidos como Vehículos de Transporte con Conductor (VTC), una «competencia desleal» a ojos de este sector, que denuncia que varios de ellos operan en la ciudad sin la licencia adecuada. Lo han hecho con una marcha que se ha cerrado con un encuentro entre los representantes del colectivo y el Gobierno de Aragón, donde el director general de Transportes, Miguel Ángel Anía, ha trasladado la intención del Ejecutivo de elaborar una ley autonómica que regule la convivencia de los dos modelos de movilidad.
La disposición al diálogo que han mostrado desde la Administración también ha valido, según ha avanzado a este diario el presidente de la Asociación Provincial de Auto-Taxi de Zaragoza, Miguel Ángel Perdiguero, para que los taxistas decidieran suspender el calendario de protestas que tenían planificado para las próximas semanas. Pues la de este martes, que ha partido a las 10 de la mañana de la Cooperativa de Taxis y que ha recorrido vías como las avenidas Gómez Laguna, Navarra, Goya y los paseos Echegaray, Constitución y María Agustín, era la primera de ellas.
Tras ella, los taxistas contemplaban, ya la semana que viene, paralizar el tráfico en el centro de Zaragoza y, en la siguiente, los accesos a los polígonos. Por último su plan pasaba por hacer paros de 12 horas.
No ha hecho falta, por el momento, recurrir a estas formas de protesta, pues será la semana que viene o la siguiente cuando este colectivo profesional, el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza se reunirán para abordar los problemas que atenazan a los taxistas, según ha explicado Perdiguero.
Seguros y altas temperaturas
Sobre este encuentro que se celebrará próximamente, ha relatado que buscan «una reunión tripartita» que servirá no solo para hablar de los VTC, sino también sobre otros asuntos como las altas temperaturas que deben soportar en la estación Delicias, lugar donde además encuentran un obstáculo en sus baños de pago, y las dificultades que viven a la hora de contratar un seguro. «Pedimos una solución», ha destacado Perdiguero.
Mientras la protesta enfilaba sus últimos momentos, el propio Gobierno de Aragón ha emitido un comunicado en el que mostraba «su total disposición para reunirse con los portavoces del sector, como se ha venido haciendo hasta el momento», con el fin de «analizar y diagnosticar» los problemas que afectan al colectivo profesional. También, para «colaborar con las diferentes asociaciones sectoriales para la viabilidad de la actividad dentro del marco legal existente, que se ha visto alterado por distintas sentencias de los tribunales de justicia».
También han informado de que, ante la inexistencia de una norma estatal específica, la dirección general de Transporte «trabaja en la elaboración de una ley reguladora que ordene la convivencia entre el sector del taxi y el de los VTC y fije los límites de cada uno, bajo la premisa de que uno y otro prestan servicios distintos».
Al respecto, ha precisado que el del taxi «es un servicio regulado en sus tarifas, número de licencias, horarios de circulación y modo de operar», mientras que el de los VTC «es un servicio personalizado, con precios variables no regulados y que se activa únicamente a través de una aplicación, iniciando el servicio siempre desde su base de operaciones, no pudiendo ser contratado directamente en la vía pública».
Las licencias urbanas
Uno de los principales motivos del malestar de los taxistas radica en que, según precisan, hay una «treintena» de VTC «ilegales», pues operan en la ciudad «sin la licencia urbana vigente». En Zaragoza solo hay títulos para 59 coches (uno por cada treinta taxis) y, hasta ahora, había otras ochenta más por el decreto que dictó el exministro José Luis Ábalos que amplió el periodo de actuación. Según los taxis, a muchos se les ha caducado. Para ello, comprueban sus matrículas en los registros.