El 62% de los aspirantes a taxista en Barcelona suspenden el examen y el 70% ya son extranjeros
La barrera del idioma lastra los aprobados en un sector en el que muchas de las licencias en venta acaban de manos de paquistanís
BARCELONA. EL PERIODICO. CARLOS MARQUEZ.- La historia contemporánea se puede explicar repasando el perfil de las personas que tratan de conseguir el carnet de taxista que expide el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Sucedió durante la crisis de la pasada década, por ejemplo, que muchos trabajadores calificados vieron en este sector una profesión refugio. Sin desprestigiar a nadie, llamaba la atención que tantas personas con título universitario buscaran amparo en uno de los gremios más veteranos de la ciudad. Se veían con 40 o 50 años en la calle y había poco margen de maniobra. Pero eso no significa que sea fácil ponerse al volante de un coche negro y amarillo. Los datos de los últimos 10 años, de hecho, dicen lo contrario: solo aprueba el 38% de los aspirantes. Esto sucede en un gremio cada vez más internacional, con un 70% de candidatos nacidos fuera del Estado español.
Entre principios de 2013 y lo que llevamos de 2022, un total de 21.838 personas (cerca del 90% eran hombres) han intentado superar el examen, pero solo 8.334 han descorchado el cava, lo que significa que 13.504 se quedaron sin la credencial. De entrada llama la atención una cifra tan alta para un sector tan limitado, con 10.523 licencias activas en el entorno metropolitano, lo que no significa que ese sea también el número de taxistas. Muchos vehículos, cada vez son más, trabajan a doble turno y el 10% de las credenciales (es el tope que marca la ley) está en manos de empresas. Así las cosas, la cartera actual oscila entre los 13.000 y los 13.500 conductores en activo.
El examen lo coordinado por el Instituto Metropolitano del Taxi (Imet) y consta de dos partes. La primera se divide en cuatro módulos en los que se exponen preguntas sobre las tarifas, la normativa y la atención al cliente. En el segundo bloque aparece un mapa mudo del Eixample en el que hay que situar determinadas calles, pero también se cuestiona sobre itinerarios de la ciudad, lugares emblemáticos, equipamientos y por el entorno metropolitano. La primera parte consta de 28 preguntas y la segunda contiene 34, y para lograr el aprobado hay que pasar el corte en todos los módulos.
Sin demasiado cambios
Rosa Hinojosa es probablemente la profesora de taxistas más veterana de Barcelona. Lleva 30 años en el Centro de Formación del Sindicato del Taxi, donde ocupa el cargo de directora, así que sabe bien de lo que habla. Cuenta que el examen ha cambiado más bien poco. La única novedad de los últimos años es que se han eliminado las preguntas que hacían referencia a hoteles y restaurantes concretos. “Antes se iba con la guía de la ciudad, pero ahora ya no. Lo que seguro hay que llevar bien aprendido es el Eixample. Todo lo que tiene que ver con las calles, monumentos y equipamientos de este distrito hay que conocerlo al dedillo”.
Los que aprueban pueden probar suerte como asalariados, esto es, conduciendo el taxi de otro a cambio de un sueldo. Pero también pueden comprar una licencia que esté en venta. Hay que tener en cuenta que son parte del plan de jubilación de los taxistas, así que, a pesar de tratarse de credenciales del AMB, no son baratas. Pueden encontrarse fácilmente a través de internet, con precios que rondan los 130.000 euros, incluido el coche. Cuenta Rosa que ahora lo más demandado es una credencial con Toyota Prius automático (son muchas horas al volante…) que tenga como día de fiesta martes o miércoles, jornadas en las que hay menos faena.
Trabajos de muchas horas
Antes, sostiene esta experta, los conductores solían buscar licencias con fiesta lunes o viernes para poder tener dos días seguidos de descanso. Pero el comprador ha dejado de ser hijo, primo o hermano de taxista de toda la vida. “El año pasado gestionamos la venta de más de un centenar de licencias, y el 95% las adquirieron extranjeros, la mayoría paquistanís“. Cuenta esta veterana maestra del taxi, que no tiene ninguna duda de que en pocos años este colectivo “dominará el sector”. “Ya sucede con los colmados, los bares y muchos restaurantes, donde personas de otros países están al frente. Ahora también con el taxi; siempre en profesiones en las que hay que echar muchas horas“, resume. No lo dice compungida ni con mala leche ni con aires de desprecio, porque muchos están sentados en sus aulas y se esfuerzan tanto o más que el resto. Simplemente define una tendencia que el Imet corrobora con sus datos: el 70,1% de los aspirantes a taxista en este 2022 eran extranjeros.