ENTREVISTA. Emely Azañero, 15 años en el taxi
En el taxi del AMB tenemos la gran suerte de contar con grandes profesionales llegados desde países de los cinco continentes y, entre ellos, cada vez son más las mujeres que se atreven a dar el paso de ingresar en nuestro sector. Emely es un buen ejemplo de ello. Nuestra compañera peruana se sacó la credencial animada por un amigo taxista, pero creía que nunca ejercería la profesión “porque me daba miedo perderme en las calles, que la gente se enfadara…”. Pero poco a poco se fue animando y hoy en día es la titular de la licencia 3492 y este 1 de julio cumplió 15 años en nuestro sector. Y anima a más chicas a sacarse la credencial “porque ésta es una profesión muy bonita”
Aunque la verdad es que hoy hay más mujeres en el taxi que hace 15 años, Emely recuerda con simpatía una anécdota que le sucedió al poco tiempo de empezar en el antiguo Can Moscas, el bar de la parrilla del aeropuerto. “Cuando llegué fui a tomarme un café y cuando entré y vi que todo eran hombres allí y que todas las miradas fueron para mi, dije “ay Dios mío ¿pero dónde me he metido?” y me salí del bar sin tomar nada. Pero cuando regresaba a mi taxi lo pensé mejor y volví al bar a tomarme mi café”. Afortunadamente ya no sorprende encontrarse a compañeras en las paradas.
Y es que todo ha cambiado mucho en los últimos 15 años: aplicaciones para taxi, los problemas con las vtc…”Para mejorar tenemos que adaptarnos a los tiempos y sería muy bueno que hubiera una app para todos para poder mejorar el servicio”. Y respecto a las vtc, Emely piensa que “tendremos que luchar duro para mantener lo nuestro. También en las manifestaciones, en las que yo siempre he estado presente dando apoyo”.
Con respecto al taxi de Perú, Emely nos comenta que hay muchas diferencias con el del AMB. Por ejemplo, en Perú puedes coger tu propio vehículo “y ponerte a hacer el taxi inscribiéndote en algo parecido a lo que aquí conocemos como flotas”. También la forma de coger los taxis es diferente. En el AMB la gente suele ir a las paradas o coger el taxi a mano alzada mientras que en Perú “los taxistas te van tocando el claxon para ver si quieres taxi”, comenta entre risas. “Y el precio se pacta. Tú paras un taxi, le preguntas el precio para ir a un sitio y si no te interesa lo dejas y coges otro”. Dos realidades muy diferentes de una misma profesión.
Felicidades Emely por estos 15 años en el taxi y esperemos que sean muchos más. ¡Buen servicio!