David Miró, el taxista que lleva una doble vida en miniatura

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coches-en-miniatura* El experto prepara una ciudad de tres metros cuadrados en escala 1/43

BARCELONA. LA VANGUARDIA. DAVID RUIZ.- Existen miles de aficiones y actividades para realizar durante el tiempo libre. Para algunos, su hobby se centra en practicar deporte, salir a pasear o ir al cine. Sin embargo, existen otras pasiones menos frecuentes, como la que desarrolla David Miró, un taxista de Barcelona que a sus 51 años se dedica a recrear en miniatura la realidad que le rodea.

David siempre ha estado ligado de una forma u otra a la creatividad, aunque nunca se ha podido dedicar profesionalmente a ella. Él ha sido cristalero durante muchos años, ha trabajado en la construcción y desde hace un tiempo ejerce como taxista en Barcelona. A pesar de esto, David no ha renunciado nunca a dedicar una parte de su tiempo a las manualidades, ya que es con lo que realmente disfruta y lo que le permite desconectar de su trabajo cuando está en casa.

David no se dedica a la conducción de un vehículo público por casualidad. Siempre ha sido un amante de los coches, ya desde pequeño, e incluso ha tenido un gran colección de vehículos en miniatura, sobre todo los clásicos; su gran debilidad. El problema para David llegó cuando se quedó sin trabajo y, de esta forma, tuvo que vender los coches para poder pagarse la licencia de taxista y comenzar a trabajar en Barcelona. Después de esto y al entrar en casa y ver la habitación de las colecciones totalmente vacía, decidió comenzar a hacer maquetas.

David ha volcado su pasión en los dioramas, es decir, maquetas de tamaño reducido que representan algún tipo de ambiente o situación. Él, como amante de los coches, lleva a cabo estas maquetas acompañadas de vehículos en miniatura, exactamente a escala 1/43.

David utiliza tronquitos de árboles, botones, pinzas y todo tipo de elementos que pueda encontrar para decorar y darle forma a su diorama. Nunca compra nada, exceptuando los coches, evidentemente, que los adquiere a través de diferentes páginas web por un precio que ronda los 10 o 15 euros. Además, aprovecha cualquier elemento que le rodea. “Mi mujer, por ejemplo, si compra una camisa que tiene alambres, yo los cojo para que me sirvan para hacer una farola o cualquier otro elemento de la maqueta”, explica David.

David Miró también centra sus dioramas en el mundo del rally (David Miró)
A pesar de que los resultados de sus dioramas rozan la realidad, David lleva solamente dos años haciendo este tipo de maquetas, por influencia de un japonés que vio en la red y con el que contactó para que le explicara los trucos de esta actividad. Comenzó haciendo escenarios con una piedra, luego añadía algún otro elemento, otro más… Ahora está realizando un diorama que representará una ciudad entera y medirá tres metros cuadrados, con todo lujo de detalles.

Los lunes, día de fiesta para David, los aprovecha para trabajar en sus dioramas. “Si estoy inspirado en dos o tres lunes puedo hacer un diorama, pero a veces cuesta más”, afirma. El hecho de no comprar ningún complemento provoca que tarde un poco más que quizás otra persona que adquiera gasolineras o talleres prefabricados, pero realmente David cree que “eso es lo bonito”: “Si comprara elementos del escenario sería más sencillo y además más caro”.

Envejecer los coches es una de las acciones que David está realizando durante los últimos meses (David Miró)
Una vez termina sus maquetas, David decide fotografiarlas desde cerca para crear la sensación de que los objetos y elementos están realizados a medida real. “A mi familia le gusta mucho que haga estas cosas, ya que ven que desconecto del trabajo. También se sorprenden mucho cuando les paso las fotos a mis amigos ya que depende de cómo las haga parece que sean de verdad”, explica David. Incluso en algunas ocasiones bromean con él, dado que la precisión y concentración con la que realiza los detalles resulta sorprendente.

David espera continuar realizando dioramas durante mucho más tiempo, ya que ahora ha comenzado a envejecer los coches y es un aspecto que le motiva y quiere mejorar día tras día. No obstante, sabe a ciencia cierta que no podrá continuar muchos años más con su miniatura en escala 1/43, dado que “a medida que me voy haciendo mayor es más complicado, la vista también empeora. Hay algunos elementos que me cuesta apreciar y probablemente después de acabar el proyecto me pasaré al 1/24”.

Ahora, David espera poder acabar en los próximos meses su ciudad de tres metros cuadrados, con la que pondrá fin a su gran proyecto con el que comenzó por puro entretenimiento. Los meses le han permitido mejorar en sus dioramas y cada vez ser más milimétrico en los detalles hasta conseguir escenarios calcados a la realidad.