Servicio de taxis, vigilantes y acceso con reservas: los planes de los propietarios de Tor para frenar la avalancha de turistas en coche

Habrá vigilantes en los accesos en verano y solo permitirán vehículos privados de vecinos y visitantes con reserva en hoteles y restaurantes de la zona || Excursionistas a pie y ciclistas tendrán paso libre

Cotxes i motos de turistes el cap de setmana passat a la muntanya de Tor.
Coches y motos de turistas el pasado fin de semana en la montaña de Tor. – GERARD HOYAS

TOR. SEGRE. RAÚL RAMÍREZ.- Los propietarios de Tor proyectan poner en marcha un servicio de taxis a partir del próximo verano para frenar el alud de turistas que acuden en coches y motos a la montaña. Con esta finalidad, prevén contratar vigilancia privada para controlar los accesos al pueblo desde Alins y Andorra durante los meses de julio, agosto y parte de septiembre. 

En este periodo, solo dejarán pasar los vehículos de taxistas autorizados, los de vecinos de la zona y los de visitantes que acrediten tener reservas en alojamientos y establecimientos de restauración de los alrededores. Los excursionistas a pie y los ciclistas tendrán paso libre.

Así lo acordaron los propietarios que participaron el sábado en la reunión para abordar esta y otras cuestiones relacionadas con esta montaña privada de 2.600 hectáreas. 

Esta semana se han repartido las tareas para poner en marcha este proyecto. Su primer objetivo es frenar el deterioro que el intenso tráfico de vehículos ocasiona en la pista de tierra que conduce al pueblo. Repararla para mantenerla transitable les supone cada año cuantiosas inversiones. 

También pretenden aliviar la alta afluencia de público en la montaña. Se ha disparado a raíz del éxito de la nueva serie televisiva y el libro del periodista Carles Porta sobre los antiguos crímenes de Tor, pero por ahora no aporta beneficios al conjunto de los condueños. 

Para muchos de ellos, este flujo de visitantes solo significa basura que recoger y daños que reparar. Sin embargo, acordaron que las restricciones de paso no afectaran a los vecinos de la zona ni perjudicaran al sector turístico en el entorno de la montaña.

La nueva serie televisiva y libro de Carles Porta sobre Tor han reavivado el interés de los turistas

El proyecto para poner coto a la masificación de turistas en Tor da sus primeros pasos y todavía son muchas las cuestiones por decidir. Una de ellas es dónde habilitar un estacionamiento donde turistas puedan dejar sus coches para acceder a la montaña a pie, en bicicleta o en taxi. 

Otra es establecer con detalle en cuántas localidades los vecinos podrán circular con sus propios vehículos, y en cuántas la reserva de un alojamiento o un restaurante permitirá a turistas acceder al pueblo con sus automóviles y motos. 

También deberán reunir a taxistas interesados en transportar a visitantes, siguiendo un modelo de funcionamiento similar al que aplican el Parc Nacional d’Aigüestortes y otros espacios naturales donde también se limita el acceso motorizado.

La montaña de Tor, de 2.600 hectáreas en el municipio de Alins y limítrofe con Andorra, tiene 28 propietarios inscritos, cuatro de ellos fallecidos. La nueva serie televisiva y libro del periodista Carles Porta ha disparado la afluencia de turistas, atraída por la belleza del lugar y su trágica historia, con tres víctimas mortales y un cuarto de siglo de disputas sobre la propiedad en los tribunales. Una década después de los litigios, los actuales condueños recalcan que Tor “no es un parque temático” y piden respeto.

Taxis

Los propietarios de la montaña se basan en el sistema que aplica el Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.

Vigilancia y barreras

Está previsto contratar un vigilante para controlar la pista de tierra desde Alins y otro para vigilar el acceso desde Andorra. La intención de los propietarios es apostarlos junto a las barreras instaladas el año pasado en ambos accesos al pueblo. Su propósito original era limitar el paso de vehículos a motor en los meses de invierno, cuando la nieve y la lluvia agrava los desperfectos que el tráfico ocasiona en la pista de tierra.