Participación de Luis Berbel en el Congreso del FNTI
STAC.- El taxi europeo se encuentra en estos momentos en una encrucijada donde los sectores liberales intentan desregularizar el sector a toda costa con un único beneficiario, los sectores especulativos del transporte; con un único interés, buscar una rentabilidad económica muy a pesar de los perjuicios que ocasione a terceros cómo pueden ser los cientos de miles de familias de taxistas de toda Europa y los propios usuarios que verán mermadas tanto en la calidad del servicio como en sus garantías tanto en el precio como en los conductores sin ningún tipo de formación.
Los taxistas de España han sufrido diferentes ataques “liberalizadores” desde el 2009. Fecha en la que entró en vigor la ley Omnibus, (una macro ley aprobada para adaptar otras normativas del Estado a las directivas que marcaba Europa). El partido en el Gobierno entonces se empeñó en modificar la ley de Transporte cuando desde la Comunidad Europea ya dictaminó que ese sector estaba exento de estas directivas denominadas de servicios. Aún así se modificó aunque con las garantías de la Administración Estatal de que no iba a pasar nada con el status quo entre el taxi y las VTC’s (las licencias de VTC’s estaban contigentadas y proporcionadas a 1/30 –1VTC por cada 30 taxis–).
Y eso no fue así. Taxistas y lobbies del transporte y del turismo llevaron a los tribunales los cambios realizados en la nueva ley de Transportes y se perdieron estas garantías de proporcionalidad y servicios. En el 2013 se tuvo que modificar, nuevamente, la ley de Transporte en España para restituir esas garantías perdidas ante las protestas de todas las organizaciones de taxistas. En la actualidad todavía falta por completar el recorrido normativo y falta tanto el Reglamento como una orden donde se especifican las condiciones de las VTC’s y su proporcionalidad en relación con los taxis.
Otra ataque que tuvo el taxi fue la promulgación a finales de 2013 (diciembre) de la ley GUM (ley de Unidad de Mercado), una ley centralista con idea de acaparar más poder para el Estado en detrimento de las autonomías. Nuevamente, el taxi se levantó en armas y finalmente se logró que el taxi quedase exento ya que también era una medida liberalizadora. Aún así, hemos tenido noticias en los últimos días de los intentos por parte del órgano de control de la aplicación de la ley GUM, órgano denominado Comisión Nacional de Mercados y Competencia, de impugnar la reglamentación de dos ayuntamientos, los de Córdoba y Málaga, para liberalizar el sector del taxi intentando anular diferentes artículos de las ordenanzas que supondría la liberalización del sector del taxi:
La Comisión de la Competencia pretende:
- Que no existan limitaciones en el número de licencias, y conseguir su desaparición.
- Permitir que se les dé a personas jurídicas.
- Sustituir las tarifas fijas y reguladas por precios máximos que representa precio libre.
- Que cualquier licencia pueda cargar en otro municipio que no esté autorizado.
- Que se deroguen los exámenes para obtener el carnet de taxista.
- Y que se anulen la antigüedad máxima de los vehículos allí donde existe.
Este es el último ataque que está sufriendo el sector del taxi pero no es el único. Hay que tener en cuenta que los lobbies del transporte, agencias de viaje y todo lo relacionado con el turismo pretende quedarse de una forma u otra con el transporte de viajeros, aquel que es rentable. El no rentable lo quieren dejar el taxi.
De ahí la aparición de UBER, y otros operadores que de forma salvaje han irrumpido en nuestras ciudades de forma absolutamente ilegal con ideas de quedarse y que las administraciones les regulen. Pretenden apoderarse del mercado del transporte de viajeros, saltándose todas las normas que se aplican al Transporte Público de Viajeros no solo de cada país sino también a nivel europeo. Pero siempre, con el señuelo de mayor servicio pero sin ningún tipo de regulación.
NO LO PODEMOS CONSENTIR. Ha de establecerse una unidad de organizaciones representativas a nivel europeo y hemos de liderar las protestas y las iniciativas a nivel europeo. Constituyendo si es necesario una organización europea que trate estos problemas. No nos vale que hoy hagamos una protesta, sin ninguna continuidad. Hemos de dejar claro que el sector del taxi para garantía del servicio y del usuario ha de estar regulado en todos los sentidos. Ya tenemos experiencias a nivel europeo y del mundo que la desregulación solo ha servido:
- Aumentar las licencias.
- Deterioro del servicio.
- Peores condiciones de trabajo para los conductores asalariados.
- Incrementeo de vehículos particulares de alquiler.
- Aumento de precios de las tarifas y discriminación de servicios. (Negativa a realizar trayectos cortos o poco rentables económicamente).
Luis Berbel Salcedo
Presidente del STAC