Londres anuncia medidas para proteger a los taxistas ante el avance de Uber
Londres | Diario Expansión.- El nuevo alcalde de Londres permitirá usar más líneas del carril bus a los ‘black cabs’ y obligará a pasar nuevos test a los conductores de la aplicación para móviles.
El nuevo alcalde de Londres, el musulmán Sadiq Khan, ha anunciado que la ciudad protegerá a los taxis tradicionales (conocidos como black cabs) frente al aumento imparable de los coches vinculados a Uber, la aplicación para móviles que ofrece servicios de transporte en grandes ciudades de todo el mundo.
En Londres se calcula que hay 23.000 taxis oficiales, frente a unos 95.000 coches con licencia para transportar pasajeros, entre los que se encuentran empresas como Uber.
La popularidad de Uber entre los londinenses, principalmente por sus precios más bajos, ha obligado al alcalde a anunciar medidas para proteger la actividad de los taxistas, cuyos coches negros son un símbolo de la ciudad.
Los black cabs podrán utilizar 20 nuevas líneas de los carriles destinados al autobús, lo que les permitirá viajar más rápido, y tendrán acceso a préstamos de hasta 5.000 libras para cambiar sus coches actuales por nuevos modelos menos contaminantes. También está previsto aumentar el número de paradas de taxi de 500 a 600 en los próximos cuatro años.
MÁS REQUISITOS PARA LOS CHÓFERES DE UBER
Por el contrario, quienes trabajen para Uber tendrán que pasar un test de inglés, tener seguro para todos los pasajeros -incluso si el conductor trabaja a tiempo parcial únicamente- y dar sus datos e incluso una foto a sus clientes cuando entren en el coche. Por si esto fuera poco, el ayuntamiento quiere que todos los conductores de la ciudad aprueben el duro test que pasan los taxistas tradicionales y que se conoce como The Knowledge.
Esta prueba asegura un minucioso conocimiento de la capital, lo que permite a los taxistas no utilizar nunca sistemas de localización o GPS. Un taxista oficial de Londres conoce de memoria todas las calles, callejones, teatros, pubs, embajadas, hospitales, atracciones turísticas y plazas en un radio de seis kilómetros desde el centro de Londres. Se calcula que memorizar este compendio, que data de 1865, requiere tres años y medio de estudio. El 75% de las personas que empiezan el curso no lo acaban.
Las alarmas han sonado en las últimas semanas tras conocerse que el número de taxis tradicionales ha bajado. Según datos de Transport for London, el organismo público que gestiona al transporte de la ciudad, el número de black cabs que entraron en el centro de Londres durante el mes de junio ascendió a 11.259, un 8% menos que en el mes de noviembre. Por el contrario, el número de taxis privados en este mismo mes creció un 11%, hasta 18.453 vehículos.
La Asociación de Conductores de Taxi ha saludado las medidas del alcalde, pero Tom Elvidge, director de Uber en Reino Unido, ha asegurado que “estas propuestas favorecen a los black cabs y discriminan a los conductores que utilizan aplicaciones como Uber”.