La jubilación anticipada y los seguros disparados, las dos luchas del taxi: “Me han llegado a pedir 11.700 euros al año por un todo riesgo”

El sector carga contra las aseguradoras por la subida de precios de la cuota y convoca movilizaciones.

El taxi se ha ganado a pulso su fama de sector combativo en los últimos años. Tras años de defensa férrea de su posición frente a la irrupción del modelo de VTC, las carreteras de las principales ciudades han alcanzado una tensa convivencia entre ambos sus integrantes. Por un lado, una reivindicación histórica, el acceso a la jubilación anticipada como ocurre en otras profesiones con dinámicas similares. Por otro, una nueva y cada día que pasa más acuciante: el disparatado coste de los seguros de cochepara el taxi que ya está expulsando a trabajadores del sector.

“Habré llamado a entre 80 y 100 corredurías de seguro. Dentro de la misma empresa, me han hecho ofertas de 5.600 a 7.500 euros al año y me han llegado a pedir 11.700 euros para un seguro a todo riesgo“. Al habla Vanesa Naves desde Oviedo. Esta joven decidió dejar su empleo a jornada parcial en la sanidad cuando le llegó la oportunidad de comprar una licencia de taxi. Lo que no imaginaba es que le costaría casi más encontrar una aseguradora que le diera la cobertura para comenzar a trabajar.

Finalmente, ha tenido que ser el Consorcio de Compensación de Seguros, la entidad pública que asegura al que reciben más de dos negativas de las aseguradoras, quien le ha firmado la póliza. Eso sí, con una cobertura básica por 3.400 euros al año, a la que debe sumar un seguro complementario para la asistencia en carretera.

El caso de Naves, agravado por ser novata en la profesión no es algo aislado, según asegunra en declaraciones a EL MUNDO el presidente de la Asociación Nacional del Taxi (Antaxi), Julio Sanz. “La situación es prácticamente insostenible. En algunas zonas, los precios de las pólizas han aumentado entre el 50% y el 70%”, se lamenta.

El panorama, eso sí, no es uniforme en toda España, ni va ligada a la facturación. En Madrid, por ejemplo, aunque han subido los precios, aseguradoras como MMT (siglas que responden a su origen como Mutua Madrileña del Taxi) siguen ofreciendo un precio considerado razonable dentro del sector, aunque la mayoría de su competencia mantienen sus puertas cerradas al sector. Entre las regiones señaladas por la dificultad para encontrar pólizas razonable se encuentra Andalucía, especialmente en las zonas de costa.

Más allá de los precios, otras prácticas denunciadas por miembros del gremio es que las aseguradoras condicionan firmar la póliza del taxi a que el conductor lleve consigo más vehículos, firme un seguro de vida o una póliza de hogar.

“En ocasiones, está resultando más caro asegurar un taxi que un camión o un autocar. Es una auténtica barbaridad. Alguien tiene que poner freno a esto porque peligra el servicio público del taxi”, asegura Sanz, que apunta a que además el sector es especialmente “cautivo” del seguro, ya que en muchas ciudades las ordenanzas obligan a los taxistas a llevar un coche libre de cualquier mácula, algo que no ocurre a las VTC.

Precisamente, una de las sospechas del sector es que la elevada siniestralidad de los vehículos con este tipo de licencia (que tienen una siniestralidad un 22% más elevada que los taxis en Madrid, tal y como reveló EL MUNDO) ha hecho que las aseguradoras metan al taxi en la misma categoría y, con ello, los precios se disparen para el sector.

Ante la situación, los taxistas han pactado salir a la calle el próximo 29 de enero en Madrid con una manifestación que irá desde el Ministerio de Transportes al de Asuntos Económicos y un paro de tres horas a nivel nacional.

LA JUBLACIÓN, UN RECLAMO de años

Otra de las movilizaciones que el taxi ha secundado en los últimos meses es la de jubilación anticipada para los conductores, en línea con los reclamos de otros sectores análogos como el del transporte colectivo por carretera.

“Llevamos años demandando que la actividad del taxi es una actividad penosa por las largas jornadas de trabajo en un entorno hostil.

Para reforzar sus demandas, el taxi se ha aliado con otras asociaciones de autónomos como UPTA y ATA para presionar por ser incluidos en esta revisión, que les permitiría aumentar su cotización para jubilarse unos años antes con un 100% de sus bases. “Tampoco estamos hablando de jubilarnos a los 50 o 55 años , pero a los 62 años nos parece razonable“, matiza el portavoz de la asociación.

Un año más que esos 62 años tiene Carlos, 16 de ellos recorriendo las calles de Madrid en su taxi y “40 y muchos cotizados” en una profesión que señala que “tiene sus riesgos” y “enfermedades laborales

La enumeración de Carlos es larga: problemas de espalda y articulaciones por las largas horas de tiempo sentados, problemas de riñón derivados del tiempo que se pasa en el taxi sin poder ir al servicio y psicológicos.

“Más luego los problemas que puedas tener por un cliente”, apunta el taxista, al que aún le quedan unos años para poder jubilarse, un aspecto al que se suman los posibles accidentes y la tensión de la circulación. Sobre la prejubilación, lo tiene claro. “Habrá que ver qué pasa, qué cantidad y cuánto me descuentan, pero ya llevo una carrera larga…”, señala.

Fuente: ElMundo