General Motors y Cruise retiran sus taxis autónomos tras el atropello de un peatón
La compañía Cruise, especializada en taxis de conducción autónoma, retirará temporalmente 950 coches de las calles de San Francisco para actualizar su software y mejorar la respuesta ante situaciones como la del pasado 2 de octubre
Al parecer, un golpe evitable
Todo arranca el pasado 2 de octubre, cuando un peatón fue atropellado en una calle de San Francisco por el vehículo de un conductor que, posteriormente, se dará a la fuga. El infortunio del viandante no acaba ahí porque, tras sufrir ese primer golpe, sale proyectado hacia el carril contiguo, por donde circula un Chevrolet Bolt EV de la compañía de taxis autónomos Cruise, que opera en esa ciudad californiana. El coche de servicio público, que por supuesto no tiene un conductor al volante, no puede evitar el impacto y el peatón resulta atropellado por segunda vez, poniendo de manifiesto lo que Cruise ha reconocido como un fallo del “subsistema de detección de colisiones del software Cruise Automated Drinving System”, que habría respondido de forma incorrecta tras producirse un accidente en las inmediaciones del coche.
Además, el incidente se produce cuando Cruise ya se enfrenta a la investigación por dos incidentes anteriores, en los que taxis robotizados de la compañía no habrían cedido el paso a los peatones en zonas donde sí deberían haberlo hecho. De ahí que el organismo nacional de la seguridad del tráfico en las carreteras de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) haya emitido un aviso en el que alerta del posible riesgo, que también ha llevado a tomar cartas en el asunto al departamento de conducción autónoma de General Motors, fabricante del Bolt EV. La propia Cruise, de forma voluntaria, ha decidido empezar a retirar temporalmente los 950 coches que tiene en servicio en San Francisco y otras ciudades americanas, pese a efectuar una primera actualización remota (OTA), supervisada por el NHTSA.
Los vehículos retirados, según el comunicado de la compañía de taxis, no volverán al servicio hasta ser convenientemente revisados, ya que los análisis realizados sí han detectado en determinados casos una respuesta insuficiente de los vehículos autónomos ante situaciones como la producida el pasado 2 de octubre. De hecho, el departamento de vehículos a motor de California pidió a Cruise, semanas atrás, que retirara sus coches sin conductor de las vías públicas en ese estado, hasta que los posibles problemas se corrigieran. La empresa, fundada en 2013, adquirida por General Motors en 2015 y que ahora incluye entre sus accionistas minoritarios a Honda y Microsoft, opera también en ciudades de los estados de Arizona (Phoenix) y Texas (Austin, Dallas y Houston).
Además, General Motors y sus socios han decidido suspender temporalmente los planes de producción del nuevo vehículo autónomo que deberá sustituir progresivamente al Chevrolet Bolt EV, un modelo futurista, ya sin puesto de conducción, que ha sido exhibido en los últimos meses en varios salones del automóvil, como el Japan Mobility Show (JMS), hasta conocer el alcance real de la anunciada retirada de la licencia de los taxis autónomos de Cruise en California.