Fran Álvarez Feito, taxista:
“Un día llevas a alguien al hospital en estado grave y, al dar la vuelta, ves salir a una madre con su bebé recién nacido”

Si hay alguien que conoce los secretos de una ciudad, es un taxista. Fran Álvarez Feito lleva al volante desde la Semana Santa de 2008 en León, y en estos años ha acumulado un sinfín de anécdotas, desde famosos hasta pasajeros en apuros. “Aún recuerdo mi primer día, fue en Jueves Santo, justo en la procesión de Genarín. Para un taxista de León, es el mejor día del año. Empecé con buen pie”, recuerda. Pero no todos los días son tan intensos como esa jornada festiva.
Unas caras conocidas en el asiento de atrás
En su taxi han viajado todo tipo de personas, ciudadanos anónimos, como es lógico, pero también figuras destacadas. “Recogí a Doña María Dolores Pradera en el Parador de San Marcos para llevarla al Auditorio de la ciudad. Apenas hay 50 metros de distancia, pero cuando se lo dije, exclamó: ‘¡Qué lejos! Menos mal que nos lleva usted…’ y se río”, cuenta entre risas.
El último premio Cervantes, Luis Mateo Díez, la escritora Isabel San Sebastián o el fundador de la cadena COPE, Luis de Lezama, también han ocupado los asientos de su taxi.
Una carrera entre la vida y la muerte
Sin embargo, no todo se trata de rostros conocidos. La experiencia que más le marcó fue otra muy distinta. Una noche, mientras trabajaba, vio a un joven desplomarse en plena calle. “Lo metí en el coche como pude y arranqué hacia el hospital a toda velocidad mientras llamaba al 112. Cuando llegamos, ya estaban esperándolo en la puerta. Tuvieron que reanimarlo y operarlo de urgencia por un infarto masivo”, relata Fran. El chico, llamado Roberto, sobrevivió. “A pesar de su corta edad y de que estaba preparando la San Silvestre Vallecana, sufrió un infarto enorme. Me sigue llamando todas las semanas para darme las gracias. Es algo que nunca olvidaré”, confiesa emocionado.
Fran destaca el contraste de momentos que presencia en su día a día: “El taxi me ha enseñado lo que es la vida, segundo a segundo. Un día llevas a alguien al hospital en estado grave y, al dar la vuelta, ves salir a una madre con su bebé recién nacido. Es el ciclo de la vida en directo”.
A pesar de todas estas historias con final feliz, para Fran, lo más triste es la falta de humanidad en la sociedad actual. “Nos llevamos mal unos con otros, cuando la vida es lo más valioso que tenemos. Un solo segundo puede valer millones de euros y, sin embargo, por cosas insignificantes lo echamos todo a perder”. Con casi dos décadas de experiencia, Fran sigue acumulando historias sobre ruedas que le enseñan cada kilómetro que recorre.
Fuente:LaVanguardia