Editorial en La Vanguardia: Barcelona y la capitalidad del móvil
BARCELONA.- Desde hace seis años, cada mes de febrero, Barcelona se convierte en la capital mundial del móvil. La ciudad acoge en esa fecha la celebración del Mobile World Congress, que es la joya de las ferias anuales. Lo es por el número y calidad de los participantes, que son más de cincuenta mil altos ejecutivos, y por la importancia tecnológica del evento. Los principales fabricantes, las grandes operadoras y el conjunto de empresas vinculadas a las tecnologías de la información y de las telecomunicaciones presentan, durante la semana que dura el congreso, las últimas novedades y debaten sobre las nuevas tendencias de la telefonía móvil. Todo ello hace que el Mobile World Congress sea de enorme importancia para Barcelona, en la medida en que aporta negocio y proyección internacional a la ciudad, así como para la industria catalana y española, que pretende alcanzar nuevas cotas de desarrollo tecnológico.
A partir de este año, Barcelona puede aspirar a convertirse en la sede permanente, hasta el 2017, del Mobile World Congress. Es una oportunidad fantástica para la ciudad. Para conseguirlo, sin embargo, debe ganar el concurso internacional que han convocado los organizadores del citado congreso, agrupados en la GSM Association. Las otras ciudades que participan en la competición son Amsterdam, Colonia, Milán, Munich y París, cada unas de las cuales constituye un rival digno y peligroso.
El consejero delegado de la GSM Association, John Hoffman, ha expresado su satisfacción por el éxito de las ferias que hasta ahora se han celebrado en Barcelona y ha tenido palabras de elogio para la ciudad, sus habitantes y sus instituciones, como el Ayuntamiento, la Generalitat, la Fira y la Cambra. Pero no hay que bajar la guardia, porque todavía no hay nada decidido.
Dentro de dos semanas se conocerán las tres ciudades que quedan finalistas y en junio se dará a conocer la ganadora. En el caso de que Barcelona superase esta primera criba, el paso siguiente sería consolidar su candidatura por delante de las demás finalistas. Para ello, además de la propuesta presentada, que los organizadores han calificado de muy buena, será fundamental que durante el desarrollo del próximo Mobile World Congress, que se celebrará entre los días 14 y 17 de febrero, no sólo no falle nada, sino que se cuiden todos los detalles al máximo. Esta es una responsabilidad que afecta a las instituciones y a los principales sectores implicados, desde el hotelero hasta los taxistas, así como al conjunto de los ciudadanos.
En ocasiones anteriores, los organizadores del Mobile World Congress habían expresado sus quejas por el precio de los hoteles, por algunas deficiencias en las instalaciones y por los robos que sufrían sus visitantes. Conocemos muy bien, por tanto, los principales aspectos que hay que mejorar. Los dos primeros están en vías de solución. Queda por asegurar la máxima seguridad ciudadana, un punto negro del que se quejan también muchos de los turistas que nos visitan.
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