Adif acumula dos años de fracasos en la búsqueda de un socio para ampliar Sants
BARCELONA. EL PAIS. CAMILO S. BAQUERO.- El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) lleva dos años de fracasos en su búsqueda de un socio para sacar adelante uno de los proyectos más importantes de Barcelona: la ampliación de la estación de Sants. Aunque un portavoz de Adif asegura que se “están manteniendo conversaciones” para encontrar un compañero en el proyecto, que costará unos 600 millones de euros, lo cierto es que no hay ninguna oferta clara sobre la mesa. La empresa tampoco se arriesga a ponerle una fecha de culminación del proyecto. En teoría, debería estar listo para 2013.
Sin embargo, Adif no es la única afectada por el desánimo de los inversores. El Ayuntamiento de Barcelona realizó una modificación en el Plan General Metropolitano para los entornos de la estación previendo su crecimiento y en ella incluyó el solar de la calle del Viriat 41, que expropió. Este terreno, de 965 metros cuadrados, está calificado para hacer una torre de oficinas de 14 plantas. Ningún privado lo encontró tan atractivo como para pagar los 15 millones de euros que el Consistorio pedía por él. La subasta se declaró desierta.
A pesar de que todos los focos se hayan puesto en la nueva estación de La Sagrera, lo cierto es que de acuerdo con los planes de Adif, el AVE que venga de Francia y de ciudades como Madrid parará también en Sants, mucho más cercana al centro económico de la ciudad.
Por fuera, la estación de Sants luce casi igual que cuando, en 2008, llegó la alta velocidad a Barcelona. Por dentro, sin embargo, ya se han realizado dos fases de la ampliación, la más importante de ellas bajo tierra. Allí las 14 vías se han unido en dos grupos distintos, las de ancho ibérico y las de ancho europeo.
Por otra parte, Consejo de Ministros autorizó el pasado 1 de abril licitar las obras de conexión de Sants con el túnel del AVE que unirá la estación con La Sagrera, lo que implicará modificar el haz de vías. Actualmente, todos están orientados hacia la avenida de Roma y el nuevo túnel llega por Provença. El coste de los trabajos superará los 31 millones de euros.
En el exterior, el plan que se encuentra en el congelador establece la ampliación del vestíbulo hasta casi duplicar la actual superficie (pasará de 17.900 a 35.000 metros cuadrados) y la apertura de otros dos accesos, para llegar a tener uno en cada lado del edificio principal. También se proyecta levantar construcciones auxiliares y la urbanización de los entornos. El aledaño hotel Sants, de la cadena Barceló, también crecería. Según el portavoz de Adif, el proyecto se encuentra en “redefinición de fases”. La Sagrera, si todo marcha como está planificado, estaría en pleno funcionamiento en 2016.
En el pasado, Adif había construido varias estaciones en compañía de Riofisa, una filial de Colonial, con la que desarrolló el modelo Vialia. Un ejemplo es la de Príncipe Pío, en Madrid. Riofisa aportaba el 60% y Adif, el 40%. En 2009 la sociedad conjunta terminó y, desde entonces, Adif ha fracasado en su intento de encontrar un gran socio. Su portavoz, sin embargo, declina dar la opinión de la empresa sobre la relación entre el fracaso del proyecto y la crisis inmobiliaria.
El Ayuntamiento de Barcelona también está teniendo grandes dificultades para avanzar en su parte del proyecto y está topándose con graves problemas para vender el solar de la calle de Viriat. Según el teniente de alcalde y encargado de Urbanismo, Ramon García-Bragado, la venta se realizará “cuando se encuentre un comprador apropiado”.
Lo cierto es que a la pasada subasta no se presentó ningún comprador, a pesar de las ventajas futuras que representaría para cualquier empresa tener sus oficinas en un lugar estratégico. El concejal explicó que el precio no se bajará y que espera que con la reactivación de las obras, en un futuro cercano, el solar se vuelva más atractivo. Será una de las tareas pendientes que se encuentre el próximo alcalde de Barcelona.
El solar sirve ahora de aparcamiento para los vecinos y es gestionado temporalmente por BSM. Desde las asociaciones de vecinos del sector se pide que el terreno sea utilizado para construir equipamientos para el barrio.
La oposición también ha utilizado el pretexto de la venta fallida del solar para atacar al Ayuntamiento. Desde Convergència i Unió se critica que se ha perdido una oportunidad para hacer vivienda social y otros equipamientos en un distrito donde, según ellos, faltan. El Partido Popular se mofa de que la venta se haga en plena crisis económica.