Los taxistas de Sabadell y Terrassa buscan alternativas para sobrevivir
· En Terrassa las cuentas tampoco salen pese a disponer de 50 vehículos menos
BARCELONA | LA VANGUARDIA.- “Sobran al menos 50 taxis, el negocio se ha reducido a la mitad desde el inicio de la crisis”. Así de claro y contundente se muestra el presidente de Ràdio Taxi Sabadell, Josep Casafont. El problema está detectado desde hace tiempo pero, según el directivo, se encuentra encallado por un exceso de licencias. Mientras en Sabadell existe una flota de 143 taxis, en Terrassa –de dimensiones muy similares- solo circulan 94.
Por ese motivo se están llevando a cabo una serie de reuniones con el ayuntamiento desde hace 3 años. Lo ideal para la compañía sería que el consistorio “retirara licencias pagándolas a precio de mercado”. Hay taxistas que buscan otra salida laboral o que se jubilan pero también hay lista de espera para asumir su relevo. No obstante, cortar esta cadena, tal y como querría la empresa, supondría un gasto para las arcas públicas difícilmente asumible en la situación actual.
Por lo tanto toca estudiar otras opciones. Una de ellas sería conseguir ampliar la prestación del servicio en otros municipios, pero también resulta complicado ya que ninguno se encuentra en un buen momento. También se estudia regular los horarios, así como integrarse en el Area Metropolitana de Barcelona. “Existen disparidad de opiniones, estamos buscando la mejor solución pero la situación está bloqueada’’ asegura Casafont.
Sea como fuere, la realidad actual en Sabadell es que se ha reducido a la mitad el volumen de trabajo y, teniendo en cuenta que “siempre han sobrado taxis”, el sector está “sufriendo la crisis como el que más”.
En Terrassa situación similar con matices
Por su parte, en Terrassa tampoco están para lanzar cohetes. En este caso, no siempre han sobrado coches pero “antes había un volumen de trabajo normal y ahora se ha reducido a la mitad”. Por lo tanto, a pesar de tener 50 vehículos menos, el presidente de Tele Taxi Terrassa, Francisco Palmero, asegura que “sobra un 30%” de la flota.
A diferencia del colectivo vecino, aquí “no hay compradores de licencia, y los que quieren dejarlo tienen que esperar”, explica Palmero. Aún así se han tomado una serie de medidas que han permitido dar oxígeno al negocio. Por un lado se ha establecido una central única conjuntamente con los taxis de Sant Cugat, de manera que se han reducido costes. En paralelo se han puesto en marcha estrategias de promoción de la empresa que han permitido fidelizar clientes y abrir alguna brecha de mercado.