Barcelona da luz verde al taxi de siete plazas
BARCELONA. LA VANGUARDIA. LUIS BENVENUTY.- El Institut Metropolità del Taxi (IMT) da vía libre a los taxis de siete plazas, los de seis viajeros y un conductor. La medida entrará en vigor a finales de año o, a más tardar, a principios del 2012. Las tarifas serán las mismas que las de los taxis de cinco plazas, una circunstancia que, junto a otras, está abriendo nuevas divisiones entre los trabajadores de este mundo siempre tenso y convulso. En todo caso, no se aplicará en los taxis de siete plazas ningún suplemento especial, algo que muchos clientes agradecerán en estos tiempos difíciles.
Los potenciales clientes serán grupos de turistas, familias numerosas, jóvenes de juerga nocturna, personas con problemas de movilidad, ejecutivos camino de una feria comercial… Desde la nueva gestión del IMT, a cargo del concejal y presidente Eduard Freixedes y su gerente Eduard Ràmia, entienden que son segmentos de población hasta ahora mal atendidos.
Un reciente informe de esta institución al que tenido acceso La Vanguardia recoge que el puerto, el aeropuerto y los hoteles de la capital catalana concentran la inmensa mayoría de las demandas de los pocos taxis de estas características hoy día en circulación. Y ante la escasa oferta los turistas del mundo de los negocios se decantan principalmente por el alquiler de vehículos privados con o sin conductor.
Además, abunda el estudio de la administración, la nueva medida permitirá que personas que ya no consideraban el taxi como una opción cotidiana lo miren a partir de ahora con otros ojos. Los padres de las familias más numerosas siempre lo han descartado como medio de transporte porque les obligaba a pagar dos carreras, porque no cabían todos los críos en un mismo vehículo. Y muchas personas con déficits de movilidad ni siquiera pueden sentarse en los taxis convencionales. Sus plazas no están adaptadas.
En la actualidad tan sólo funcionan en el área metropolitana una treintena de taxis de siete plazas. La ley del taxi del año 2003 limitaba el servicio a las cinco plazas, pero también abría la puerta a que bajo determinadas circunstancias pudiera ampliarse este número hasta nueve. Son 888 los vehículos del tipo monovolumen del área metropolitana preparados para prestar este servicio. Lo más probable es que todos ellos pasen a hacerlo de modo escalonado durante el próximo año. Todo dependerá de la celeridad de cada propietario, y de las administraciones, para completar los pertinentes trámites.
Ello permitirá aumentar el número de plazas adaptadas a los viajeros con minusvalías, unas plazas que por ley deberán representar en el año 2017 el 5% de toda la flota. La generalización del vehículo de siete plazas también acercará el taxi al ocio nocturno, sobre todo a los grupos de jóvenes, y tratará de mejorar la seguridad vial y reducir la conducción bajo los efectos del alcohol.
En todo caso, y pese al al potencial crecimiento de carreras y clientes, la apuesta del IMT ha sido recibida por los profesionales con desigual entusiasmo. Luis Berbel, del Sindicat del Taxi de Catalunya (Stac), asegura: “Muchos compañeros la esperaban como agua de mayo. El Stac la propuso y apoyamos cómo se está planteando. Ganaremos muchos clientes”.
En cambio, Carmen de Tienda, de la Associació d’Empresaris del Taxi, entiende que la instauración del taxi de siete plazas es acertada pero mal planteada. “Sus tarifas –propone– deberían ser más altas porque los costes de estos vehículos son mayores”.
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