Transports de la Generalitat y Mossos han intensificado los controles para detectar taxis ilegales en la Costa Daurada.
TARRAGONA. JUDITH PINAZO.- Los servicios de taxis ilegales están cada vez más presentes en los municipios de la Costa Daurada. Por este motivo, y tras un largo etcétera de quejas recibidas por parte del sector, el Departament de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat y los Mossos d’Esquadra han intensificado los controles destinados a hallar esta tipología creciente de servicios fraudulentos. Aunque resulta complicado sancionar en esta materia, desde 2010 el departamento ha abierto un total de 31 expedientes sancionadores, la mayoría de ellos por no tener autorización de taxi o licencia de conductor de servicio discrecional.
Además, también se han interpuesto sanciones por incumplimiento de carga de personas fuera del término municipal que corresponde o por deficiencias en los taxímetros, con multas que oscilan entre los 250 y los 2.000 euros, dependiendo de la infracción.
Tras las últimas denuncias recibidas por taxistas y ciudadanos, las inspecciones de esta campaña de verano se han intensificado. Según el departamento, de junio a setiembre, se realizan cada semana controles aleatorios para detectar transportistas ilegales, aunque en los últimos diez días éstos se han realizado a diario. Los lugares elegidos suelen ser espacios de mucho tránsito turístico como la estación del AVE, el aeropuerto de Reus y en poblaciones de gran afluencia turística como Salou, Cambrils y La Pineda.
Impotencia total
Los taxistas de la Costa Daurada hace tiempo que denuncian el aumento constante de taxis ilegales y a pesar de las medidas adoptadas por la Generalitat, aseguran encontrarse indefensos. Según Juan Sánchez, miembro de la Associació Ràdio Taxi Cambrils, l0s controles que se hacen sirven de bien poco. «Les ponen una sanción y ya está. El problema se solucionaría si cada vez que detectan y comprueban que un vehículo está estafando a la gente y efectuando transporte de viajeros de forma ilegal, el vehículo se inmovilizara», comenta.
Aunque resulta complicado obtener pruebas de que un vehículo está efectuando tareas de taxi, Transports asegura que para abrir expedientes intenta reunir el máximo de pruebas posibles. Al ser preguntados por ello, la mayoría de taxistas ilegales, aseguran que transportan a amigos o familiares y que no cobran por ello. El control de pasaportes, la detección de qué son vehículos adaptados para este tipo de servicios (normalmente furgonetas de gama alta), y detectar que se recogen a clientes en sitios como hoteles o campings suelen ser pruebas suficientes para detectar a un taxi ilegal. En cuanto al perfil de los infractores, desde la Generalitat, se asegura que en su mayoría son ciudadanos rusos, bien organizados y que ofrecen, además del servicio de taxi, servicios complementarios, como el de guía, para diferenciarse de los taxistas ordinarios.