En 2023 ya no circulará por Madrid ningún taxi contaminante
Se calcula que para 2023 no quedará ningún taxi contaminante
A partir del 1 de enero de 2018 todos los vehículos nuevos que se incorporen al servicio de taxi en Madrid tendrán que ser no contaminantes. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento va a aprobar este jueves la modificación inicial de la ordenanza municipal que regula el sector para incorporar esta medida, incluida en el Plan A de Calidad del Aire.
Cada año se renuevan en la capital en torno a 2.500 de estos vehículos destinados al transporte público de viajeros, según los datos del Área de Medio Ambiente y Movilidad. La flota completa está compuesta por 15.723 coches, de los que 10.175 están propulsados por diésel, por lo que se estima que en el horizonte de 2023 ya prácticamente sólo formarán parte de ella modelos ECO (eléctricos y de pila combustible) y Cero Emisiones (híbridos no enchufables, híbridos enchufables con autonomía de menos de 40 km/h, de gas natural -GNC y GNL- y de gas licuado de petróleo -GLP-).
De tal obligatoriedad sólo quedarán exentos los vehículos adaptados a personas con movilidad reducida -eurotaxis- «por la limitada oferta comercial en este segmento». En el Gobierno de Manuela Carmena reconocen que esta iniciativa va a suponer «un importante esfuerzo del sector para ofrecer a la ciudadanía un servicio respetuoso con la calidad de aire».
Con el objetivo de facilitarla, la autorización previa de modelos de automóvil por el Ayuntamiento, hasta ahora preceptiva, pasará a ser opcional. «Alternativamente, cualquier titular de licencia puede presentar cualquier vehículo del mercado, aunque no esté autorizado, siempre que cumpla las dimensiones mínimas y límites de emisión», apunta una portavoz municipal.
En el Área de Medio Ambiente y Movilidad señalan que ambas medidas «se han dialogado con las organizaciones del sector en diversos foros, incluyendo un grupo de alto nivel presidido por la delegada», Inés Sabanés. A partir de este momento se abre un periodo de información pública en el que se podrán formular alegaciones a la modificación de la Ordenanza del Taxi antes de su aprobación definitiva en el Pleno, prevista para finales de año.
Para favorecer la renovación, obligatoria cada 10 años, el Ayuntamiento convocará anualmente un programa de subvenciones que serán compatibles con las que conceden otras administraciones. En 2017 la partida reservada para este fin ha sido de 1,5 millones de euros, con ayudas de hasta 3.000 euros por conductor, y en el próximo ejercicio está previsto que aumente, aunque aún no se ha concretado en qué cuantía.
Además, se suprimirá la cuota tributaria de autorización de uso para los nuevos modelos ECO y Cero Emisiones. Está contemplada en la Ordenanza Fiscal Reguladora de la Tasa por Prestación de Servicios Relacionados con Licencias y Autorizaciones de Autotaxis y puede suponer un desembolso de hasta 3.738 euros.
Los vehículos destinados a este servicio público suman el 4,9% de la flota total de Madrid. Sin embargo, representan el 10,9% de los recorridos en el interior de la M-30 y originan el 9,3% de las emisiones de óxidos de nitrógeno y el 8,8% de las de dióxido de carbono procedentes del tráfico rodado en la almendra central.
Y es que, a finales de 2016, prácticamente dos de cada tres taxis que circulaban por la ciudad utilizaban diésel convencional, el combustible más contaminante. El resto eran modelos híbridos de gasolina, GLP y GNC, todos ellos permitidos con el cambio que se aprobará en los próximos meses.
Sólo podrán seguir siendo contaminantes los vehículos adaptados, aunque su proporción es muy pequeña en comparación con el conjunto de la flota. En el mes de marzo sólo había 260 licencias de este tipo en Madrid, menos de la mitad del 5% previsto por ley -529-, por lo que el departamento de Sabanés ha puesto en marcha un plan para incentivar su extensión permitiendo, entre otras medidas, la posibilidad de exhibir publicidad en la parte posterior.
En paralelo a la introducción de energías limpias, el Ayuntamiento tratará de reducir la «gran proporción» de viajes que realizan los taxis en vacío. Así, a partir de 2018 se les permitirá aparcar en las zonas azules del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) siempre y cuando permanezca el conductor dentro con la luz verde encendida, tal y como figura en el borrador del Plan A de Calidad del Aire, cuya aprobación definitiva está prevista en septiembre.
Además, se incrementará en un 15% el número de plazas habilitadas en paradas específicas. En paralelo, se establecerán sistemas para conocer la disponibilidad en las mismas y se impulsará «un procedimiento de reserva y llamada eficaz y universal».