Los taxistas de Alguaire denuncian “instrusismo” en el aeropuerto de Lleida
El ultimo de estos episodios, el que colmó el vaso de la paciencia de los tres taxistas de Alguaire, se produjo el pasado domingo, cuando un cliente recién salido de uno de los vuelos que llegan al aeropuerto preguntó a uno de ellos el precio del servicio. Tras decirle el coste de la carrera hasta su población, el cliente llamó a un taxi de su pueblo para que fuera a recogerlo, algo que la ley no permite, a menos de que se disponga de un acuerdo previo entre taxista y cliente debidamente firmado en el que el solicitante pide que se le vaya a recoger un día en concreto. Los taxistas del Alguaire denuncian que en este caso no existía este contrato de carga, puesto que de lo contrario el cliente no se habría interesado primero por los precios que ellos ofrecían.
Por este motivo, solicitaron a los Mossos d’Esquadra que prestan sus servicios en el aeropuerto que pidieran al taxista si tenía este documento, algo que la policía autonómica no hizo porque, tal y como explican los taxistas, no sabían como proceder en estos casos ni que protocolo había que seguir. Los agentes les dijeron que regular el servicio de taxis del aeropuerto era competencia del consistorio, sin embargo, desde Transports de la Generalitat se dijo al Ayuntamiento que serían los Mossos d’Esquadra quiénes controlarían que no se produjera irregularidades en el servicio de taxi.
Desprotegidos
Ante esta situación, los tres taxistas de Alguaire, dicen sentirse “desprotegidos” y acusan al consistorio y a los Mossos de “pasarse la pelota” sin que nadie les aporte una solución a su problema, que se repite todos los fines de semanas y, especialmente, lo días de más trabajo, como éste verano, cuando se realizaban vuelos a las islas Baleares o cuando se celebró el Monegros Desert Festival, cuando incluso vinieron taxis de Aragón para llevar a jóvenes al festival.
Reunión con Àngel Ros
Para tratar de encontrar una solución a su problema, los taxistas han pedido una reunión con el alcalde de Lleida, Àngel Ros, ya que muchas veces son los taxis de Lleida los que llevan pasajeros al aeropuerto y se quedan a esperar la llegada de los aviones para cargar nuevos clientes. Tal y como explican, no pretenden que se multe, ni que se sancione a los taxis de otras poblaciones, sino llegar a un acuerdo y que “se regule esta situación de alguna manera” de modo que no se den casos como el del pasado domingo.
En este sentido, apuntan que la legislación establece que debe haber un taxi para cada 100-110 personas, por lo que en el aeropuerto debería haber 2 o 3 los días de vuelo (contando que llegan unas 300 personas en total) y, en cambio, muchos fines de semana en el complejo se encuentran entre 8 y 10 vehículos, por lo que muchos de ellos no pueden hacer ni un solo viaje.
Los taxistas lamentan que debido a esta situación a veces pasan todo el día en el aeropuerto de Alguaire y no pueden recoger a ningún pasajero.
