Toyota reinventa el taxi japonés
- Se inspira en los taxis de Londres y lleva un sistema de GLP y eléctrico
- Diseñado para acoger a mayores y personas de movilidad reducida
- Otros dos prototipos exploran las posibilidades de la pila de hidrógeno
- La familia Concept-i aprende del conductor, le protege y el aconseja
TOKIO.- Pasear por Tokio, que estos días inaugura una nueva edición del Salón del Automóvil, predispone a encontrarse con coches muy particulares. Coches que, por ejemplo, no se venden en ninguna otra parte del mundo, como son los diminutos kei-car. Pero es difícil que sus taxis llamen la atención, aunque sean mayoría las berlinas Toyota Crown, pintadas con infinitas decoraciones y siempre impecablemente cuidadas por sus conductores, entre los que gusta proteger las tapicerías con tejidos que recuerdan a los de ganchillo que tan de moda estuvieron hace décadas en nuestro país.
Pero la historia, así detenida en el tiempo, ha cambiado porque Toyota, dueña y señora del 90% del mercado de estos vehículos, acaba de lanzar a la venta el que ha llamado pomposamente JPN Taxi (o taxi japonés). Se trata de su primer lanzamiento en este terreno en 22 años, aunque es la primera vez en la historia que lo ha desarrollado expresamente como tal y su objetivo es que, de aquí a 2020, haya reemplazado a uno de cada tres taxis actualmente en circulación en ciudad. El coche ya fue adelantado como un prototipo en el Salón de Tokio de 2015.
Su diseño recuerda poderosamente al que lucen los tradicionales taxis londinenses. Es decir, con una carrocería alta y voluminosa que maximice el espacio interior, aparte de contar con un acceso mejorado. Para ello, se le ha dotado de un suelo plano y muy bajo (está a solo 32 centímetros del suelo) y cuenta con una gran puerta corredera en el lado izquierdo. El objetivo es que sea fácilmente accesible para adultos en plena forma, pero también para niños, personas con movilidad reducida, mayores e incluso usuarios con silla de rueda, a la que se hace hueco gracias a la modularidad del habitáculo, en principio pensado para cinco ocupantes. Además, la capacidad del maletero permite llevar hasta dos maletas y cuatro bolsas de palos de golf, aseguran Toyota que cifra su capacidad en más de 400 litros.
Se trata, al final, de que quien los use sienta al hacerlo “la tradicional hospitalidad japonesa” y también de contribuir a crear y fijar la imagen de una ciudad que se pondrá en el escaparate mundial cuando, dentro de tres años, celebre los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos. Por eso, además de dotarle de un chasis y suspensiones confortables pero resistentes; y montarle equipamientos de seguridad como sistemas que evitan colisiones o atropellos, se ha optado por una mecánica híbrida a base de un motor de 1,5 litros que funciona con GLP, más otro eléctrico de apoyo. Su trabajo conjunto permite que el consumo medio homologado se sitúe en apenas cinco litros cada 100 kilómetros.
Toyota espera vender unas 1.000 unidades al mes del JPN Taxi, que se ofrece en dos acabados y tres colores por un precio que parte de los 3,3 millones de yenes (unos 25.000 euros al cambio actual).