La batalla de las licencias: 67.089 taxis y 5.890 VTC
- El pulso por las calles y el negocio entre taxistas y empresas como Cabify o Uber se agudiza
El semáforo se pone en rojo. A la derecha, en el carril reservado al transporte público, un taxi se para frente al paso de peatones. Al lado de este coche blanco, en el carril del centro, un flamante Tesla negro se detiene frente a un lujoso hotel del centro de Madrid. Lleva una pegatina roja, con la bandera de la Comunidad de Madrid y tres letras: VTC. Significa que es un vehículo con conductor, es decir, un servicio de transporte que probablemente trabaje en la plataforma de Cabify o Uber. El taxi y el VTC compiten por el mismo negocio: llevar pasajeros de un lado a otro. Al final del trayecto, el cliente pagará y seguirá su rutina. Pero ambos conductores mantendrán su pulso por conseguir una carrera más. Los taxistas denuncian que los VTC se están comiendo una parte de su pastel precarizando la labor, devaluando sus licencias y saltándose las reglas. Los VTC defienden que hay espacio para todos y que no se puede poner puertas al futuro. La batalla está servida.
Servicios como Uber o Cabify sonaban hasta hace muy poco a Silicon Valley, a start-up, a modernidad para millenials. Pero ahora en España se multiplican y están al alcance del móvil. En España hay 67.089 licencias de taxi y 5.890 de VTC, según el Ministerio de Fomento. Es decir: un vehículo de alquiler con conductor por cada 11 taxis. Sin embargo, en algunas provincias esta diferencia se reduce: un VTC por cada siete taxis en la provincia de Madrid, uno por cada cinco en la provincia de Málaga y un vehículo de alquiler con conductor por cada tres licencias de taxi en Cantabria. Según la ley de transporte, debería haber uno por cada 30 taxis, aunque matiza que “las comunidades podrán modificar la regla de la proporcionalidad”.