La Asociación Taxi y Eurotaxi reclama medidas urgentes para garantizar el servicio en Ceuta

Comprar el vehículo nuevo cuesta unos 30.000 euros y se eleva a 44.000 con la adaptación. Pero para ese sobrecoste no reciben ninguna ayuda de la administración. Cinco vehículos en la ciudad que no descartan “movilizaciones”

Cliente habitual que precisa del servicio./ FOTO CEDIDACliente habitual que precisa del servicio./ FOTO CEDIDA

CEUTA. ELPUEBLODECUTA.- Ceuta cuenta con un total de 121 taxis, 5 de ellos adaptados para personas con movilidad reducida. Y estos vehículos tienen un coste superior a los tradicionales, comprar el vehículo nuevo cuesta unos treinta mil euros y se eleva a cuarenta y cuatro mil con la adaptación. Pero de esos 14.000 euros más no reciben ninguna ayuda de la administración. Y es más dinero que el que aquí se indica.

El representante de la Asociación Taxi y Eurotaxi, Karim Mohamed, lleva quince años en este servicio público y denuncia algunas promesas incumplidas a este sector. No es viable, según el mismo, “por los gastos de una avería o cualquier percance que tengas, no puedes afrontarlo y más teniendo trabajadores, te quedas sin capacidad de reacción. No puedes ahorrar para imprevistos y las revisiones son cada dos meses en la península”, otro viaje que ronda los “600 euros cada vez que subo y el día perdido de trabajo”.

El PSOE elevaba al Pleno de la Asamblea en 2021 una propuesta para solicitar un informe económico y jurídico para que se procediese a establecer los bonos taxi en Ceuta. Estos tendrían el objetivo de facilitar el acceso a los taxis a personas con movilidad reducida, diversidad funcional o dependientes; para que, de forma habitual, puedan emplearlos para acudir al trabajo, centros de salud, rehabilitación… Su implantación se podría realizar de diferentes formas, con bonos unitarios, semanales o mensuales y contribuirían a ayudar al sector del taxi.

“Llevamos tiempo solicitando a la Ciudad los bonos taxi para los usuarios, hablamos con todos los partidos políticos y todos lo vieron bien. El consejero de Fomento también nos dijo que lo iba a mirar y a día de hoy no tenemos ninguna noticia. Y esto es una cosa que va ayudar tanto al usuario como al taxista”, desgrana Mohamed. Además, los taxistas propietarios de vehículos adaptados han solicitado ayudas para el mantenimiento y renovación.

[Img #166971]

El representante de la Asociación Taxi y Eurotaxi explica que “se aprobó en 2022 una partida de 50.000 euros, los cuales se perdieron según la directora de Servicios Sociales por un error: pusieron bono taxi y tendría que poner bonificación al transporte y que ya no había tiempo de rectificarlo”. Ante esto, se le ha ido interpelando a los responsables “sin respuesta”.

Reclama que “Procesa sólo da ayudas a los coches eléctricos e híbridos, pero para hacer los nuestros habría que meter furgonetas grandes tipo ambulancia. Y no son viables en esta ciudad ya que no hay carreteras, siempre estamos en calles chicas y los usuarios al verlo tan grande no quieren montarse”. De los cinco taxis adaptados hay “compañeros que tienen los coches ya con sus años. El consumo de combustible es el doble. Son muchos gastos, pero nosotros no queremos perjudicar al usuario”.

Reivindicaciones que “no son sólo para nosotros, también para mejor servicio al usuario”. Mohamed enuncia que “si sufro una avería no tengo capacidad para volver a ponerlo en funcionamiento”, además, en este tipo de transportes los “seguros del coche son más caros al ser adaptados”. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Gijón aprobó este año una subvención de 51.000 euros destinada a compensar los gastos extras que traen consigo el mantenimiento de estos taxis adaptados.

Asimismo, la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad Madrid (Famma-Cocemfe Madrid) reclamaba en junio tanto al Ayuntamiento de la capital como a la Comunidad de Madrid la puesta en marcha de medidas “urgentes” para garantizar el taxi adaptado para personas con movilidad reducida ante “la inminente desaparición del Eurotaxi”. En Ceuta, los cinco taxis adaptados no descartan movilizaciones para que “nos tomen enserio y nos escuchen”.

La ordenanza reguladora para dejar de “marear”

El sector del taxi exige marquesinas que “den sombra al coche en las paradas, ya que en verano nos estamos asando vivos”. Y que escuchen “nuestras peticiones en la nueva ordenanza, a ver si la publican en septiembre, que llevan más de 2 años mareándonos”.

El consejero de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos del Gobierno de Ceuta, Alejandro Ramírez, sometía en abril a la consideración del Pleno el texto de la nueva Ordenanza Reguladora del Servicio de Transporte Urbano de Viajeros en Automóviles Ligeros (auto-taxis), que pese a las demandas del sector mantendría como requisito para ejercer “carecer de antecedentes penales” y acreditarlo “mediante certificado del Registro Central de Penados del Ministerio de Justicia”.

El Gobierno local sí atendía otras solicitudes del sector como la de consentir el uso de “pantalón corto tipo bermudas” excepcionalmente en verano. Con “carácter general” deberán llevar camisa o polo; pantalón largo o falda adecuada a la conducción; jersey, chaleco o chaqueta, si fuera necesario, y zapatos cerrados. Los taxis quedarán obligados a contar en menos de 18 meses con datáfono que permita a los usuarios el pago con tarjeta de crédito y débito sin importe mínimo y mediante tecnología sin contacto.

Los automóviles no podrán continuar dedicados a la actividad del taxi a partir de que alcancen una antigüedad superior a diez años a contar desde su primera matriculación. Los vehículos adscritos a las licencias y adquiridos por sus titulares con anterioridad a la entrada en vigor de la nueva Ordenanza y que no se ajusten a las nuevas normas de la misma podrán continuar prestando el servicio hasta que el titular se renueve el material en menos de cuatro años.

Para conducir taxis se exigirá, además de no tener antecedentes penales, obtener un carné municipal y superar una prueba de aptitud que se convocará dos veces al año (en febrero y octubre) siempre y cuando se tenga el título de Graduado Escolar o Secundaria y no se tengan tampoco enfermedades infecto-contagiosas.