Los taxistas muestran su indignación por la condena del crimen de su compañero en Ponferrada
LEON. M. FELIX. DIARIO DE LEON.- El presidente de la Asociación de Taxistas de Ponferrada, Raúl Jato, no se ahorró ayer calificativos de desaprobación por la sentencia de la Audiencia Provincial de León, que condena a Pedro Rozas a 12 años de prisión por el asesinato del taxista de 34 años, José Miguel Alves. Jato dijo que el sentir general es de indignación entre los profesionales de la profesión, por entender que matar a una persona, y de la forma como murió su compañero de trabajo, «sale muy barato en España».
El representante de los taxistas de la capital berciana considera que, con el máximo respeto por los que tienen que dictar sentencias, «la Justicia es un cachondeo». En especial al temer cómo el ahora condenado Pedro Rozas no cumplirá ni los 12 años que le han impuesto de condena como coautor del asesinato en agosto del 2008 del taxista ponferradino, al que dispararon un tiro en la cabeza, robaron y creen que incluso lo dejaron vivo cuando se dieron a la fuga a pie en Las Ventas de Albares.
«Si al menos cumpliera íntegra la condena aún podríamos decir menos, pero no nos creemos que esté en la cárcel todo ese tiempo; pasará como con otros muchos casos, que igual a los cinco años ya le dejan salir por ahí», decía Jato en tono apesadumbrado.
Es más señalaba que 10 años de cárcel por el asesinato y otros dos por el robo con arma era «una sentencia de risa». Y ya ni se planteaba el hecho de que los 150.000 euros de indemnización que tendría que pagar a la familia del fallecido pudieran ser cobrados alguna vez. Por eso, desde la asociación de taxistas de Ponferrada apuestan por endurecer las penas en estos casos, que se cumplan las condenas de forma íntegra y que los condenados paguen con trabajos sociales el mal que han hecho. Y daba algún ejemplo, como el obligarlos a limpiar montes para prevenir incendios.
Ni un incidente desde el asesinato. Un dato esperanzador y a la vez tranquilizador para los taxistas de Ponferrada es el hecho de que desde aquel 19 de agosto del 2008 en el que fue asesinado su compañero en Las ventas de Albares no se ha producido ningún intento más de agresión o incidente relevante dentro de un taxi en el Bierzo. «Ni un percance más desde entonces», resaltaba Raúl Jato, al tiempo que explicaba que en esta situación han tenido mucho que ver las medidas de seguridad implantadas en los vehículos.