Multas a taxistas por favorecer servicios sexuales

Sigfrid Vernet exhibe la multa frente al local adonde llevó a su cliente la noche de la denuncia Xavier Gómez
Sigfrid Vernet exhibe la multa frente al local adonde llevó a su cliente la noche de la denuncia Xavier Gómez
* La Guardia Urbana interpreta que algunos chóferes contravienen la ordenanza de convivencia reformada en el 2012
*El Ayuntamiento reconoce un mayor control en la calle de todo lo referido a la prostitución

BARCELONA.ENRIQUE FIGUEREDO. LA VANGUARDIA.- Sigfrid Vernet tiene 54 años y lleva dos haciendo de chófer en una compañía de taxis. Está indignado porque el pasado 26 de febrero dos guardias urbanos de paisano le pusieron una denuncia por “favorecer o promover en el espacio público el consumo de servicios sexuales“. 
“Me preocupa mucho lo que piense mi mujer. Además, tengo dos hijos”, explica este taxista. No es el único caso que ha conocido este diario. El pasado agosto, un conductor de la misma empresa fue también denunciado por contravenir, según la patrulla, el mismo epígrafe de la ordenanza de convivencia, que, desde la reforma del 2012, castiga más las conductas relacionadas con el comercio sexual en la calle.
La denuncia interpuesta por los agentes contra Sigfrid señala que se debe a la posesión de publicidad de clubs. El taxista reconoce que dentro de la guantera había unos prospectos, “pero no sabía ni que estaban ahí, no es mi vehículo, soy conductor de flota, además no estuvieron a la vista en ningún momento”. El taxista no puede entender todavía por qué le pararon a dos manzanas del club donde dejó a su cliente y por qué, según relata, le inspeccionaron el coche hasta dar con los prospectos en la guantera.
“No puedo entender por qué no me pararon en la puerta del local, sino cuando estaba ya en la calle Tenor Vinyes con Calvet”, explica Sigfrid. El local donde dejó a su cliente a las cuatro de la madrugada se encuentra en la calle Borí i Fontestà. El club nocturno se llama Bacarrá. “Que yo sepa, este es un local abierto al público legalmente, aún no entiendo la denuncia”, insiste el chófer.

“Me pidieron la documentación y mientras se la mostraba a uno de los agentes, el otro empezó a inspeccionar el vehículo hasta que encontró los folletos”, recuerda Sigfrid. Fue entonces cuando le comunicaron que iba a ser denunciado por infracción contra la ordenanza cívica.
Fuentes de la policía local barcelonesa conocedoras del mundo de la noche explican que, en ocasiones, algunos locales facilitan a los taxistas folletos en los que se les recuerda que existen gratificaciones económicas para aquellos conductores que lleven clientes a determinados locales. En algunos de estos prospectos intervenidos por la Guardia Urbana con el nombre del club impreso pueden verse leyendas como: “Premio especial fidelidad: por cada tres viajes con clientes te premiamos con 100 euros extras”.
Sigfrid asegura que no es su caso. Afirma que recogió a su cliente a la salida del restaurante y club de copas Nuba, situado en la calle Doctor Fleming, y que fue este el que al subir indicó la dirección del Bacarrá como destino sin que, según la versión del taxista, el chófer le hiciera la más mínima insinuación o sugerencia. “He traído otras veces pasaje hasta aquí y algunos ni siquiera llegan a entrar, se quedan por la puerta. Si me multan a mí, ¿qué acabará ocurriendo con las largas colas de taxis que se forman a la salida de estos clubs para recoger clientes?”, se pregunta Sigfrid. Está decidido a recurrir la multa. La considera injusta.
En otra denuncia del mes de agosto a la que ha tenido acceso este diario, la sanción se deriva porque supuestamente el taxista acercó clientes hasta un local de alterne. Este taxista pagó.
Fuentes municipales explicaron a este diario que la interposición de este tipo de sanciones ha aumentado en los primeros dos meses del 2014 en comparación con el mismo periodo del 2013. La de Sigfrid es una de las 18 multas interpuestas por este concepto entre enero y febrero, mientras que en el mismo periodo del pasado año sólo fueron dos. El almacenamiento de las denuncias no permite diferenciar cuáles se impusieron a taxistas y cuáles a otros usuarios de la vía pública.
Las citadas fuentes municipales recordaron ayer que la Guardia Urbana de Barcelona perseguirá “con contundencia” a cualquier taxista que contravenga la normativa de civismo en lo referido al favorecimiento de prestaciones sexuales, máxime “al tratarse de un servicio de transporte público de la ciudad”.
Fuentes del Institut Metropolità del Taxi explicaron ayer que sólo han recibido en los últimos tiempos una queja a este respecto, lo que no supone que no sea un motivo de inquietud dentro del sector. Por ello, en la próxima reunión que tendrán la dirección del instituto y responsables de la Guardia Urbana, este asunto se incorporará al orden del día.