«En el 2014 despegará el taxi eléctrico metropolitano», Antoni Poveda, vicepresidente metropolitano de Transporte y Movilidad

Antoni Poveda en el Área Metropolitana de Barcelona, el miércoles.
BARCELONA. EL PERIODICO. RAMON COMORERA.- La movilidad y de modo especial un transporte público eficiente, sostenible y no contaminante es, quizás más que cualquier otra, una cuestión genuinamente supramunicipal, de los más de tres millones de habitantes que abarca el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Esta joven institución, en la que gobierna un insólito cuatripartito de convergentes, socialistas, cosocialistas y republicanos, pone en marcha un plan para que los vehículos eléctricos, en particular los taxis, no sean una rara avis en las calles. El vicepresidente socialista de Transporte y Movilidad y también alcalde de Sant Joan Despí, Antoni Poveda, impulsa las energías limpias y profetiza que empieza un camino de futuro.

–El petróleo sigue reinando y el desarrollo de la movilidad eléctrica es muy lento y también costoso. ¿La Administración es capaz de dar la vuelta a esta situación?

–En la AMB tenemos la voluntad de hacerlo. Uno de los objetivos hasta el 2016 es mejorar la calidad de vida recortando la contaminación, limpiando un aire que respiramos todos por igual. Cada año cuando llegan el otoño y el invierno, Barcelona y su entorno superan la polución mínima aceptable según la Unión Europea. La consigna para corregir el rumbo es más transporte público y menos privado. El primero es nuestro ámbito directo y ahí actuamos. Tenemos una de las flotas de buses más limpias de las grandes capitales mundiales. Ahora vamos a potenciar también los vehículos eléctricos en la flota de taxis.

–¿Pero existe la infraestructura para que esto sea posible?

–Vamos a ayudar a crearla junto con otras instituciones como el ayuntamiento de la capital y grandes empresas como Nissan. Buscamos campos de actuación y hace pocos días hemos firmado en la feria del automóvil de Fráncfort un convenio con el fabricante japonés de vehículos radicado en la Zona Franca. Esta multinacional ha decidido construir aquí el vehículo eléctrico NV 200 que se comercializará como taxi y furgoneta.
Es una gran oportunidad.

–Con el riesgo de quedarse sin batería la alternativa pierde encanto.

–Las cosas están cambiando en todos los ámbitos. La autonomía de estos coches era un problema, pero los avances técnicos hacen que cada vez sea mayor y pueda llegar hasta 300
kilómetros. Lo mismo ocurre con la velocidad de recarga. En las estaciones rápidas se puede repostar hasta el 60% de la batería en tan solo 15 minutos. Con datos así la movilidad eléctrica tiene futuro.

–En el área metropolitana las distancias y también los tiempos de desplazamiento son considerables.

–A lo largo del 2014 de forma pararela a la salida de la fábrica de los primeros taxis eléctricos de Nissan se creará una red de puntos de recarga en el área. La empresa asume el coste de su implantación y la AMB y el Ayuntamiento de Barcelona facilitarán y promoverán su desarrollo. En total serán 20 estaciones, 10 en la capital y otras 10 en el resto del territorio metropolitano.

–¿Dónde se ubicarán estas electrogasolineras?

–Acertar en la distribución estratégica de estos puntos de conexión rápida es uno de los requisitos para que la red sea útil y el taxi eléctrico funcione. La AMB ha encargado al Institut Cerdà un estudio sobre las características y los emplazamientos más adecuados de esta malla energética mínima. El próximo año tendremos
las primeras herramientas para que pueda despegar esta nueva modalidad, más limpia y también silenciosa, de un transporte público formado por nada menos que 10.000 vehículos que se mueven cada día por los 36 municipios del área.

–Es un sector muy castigado por la crisis y el exceso de oferta. ¿Les saldrán las cuentas con los nuevos vehículos?

–Los taxistas viven de su recaudación y lógicamente verán bien la operación si les sale a cuenta. En esta experiencia colaboramos todos, también la Generalitat, el Ministerio de Industria y la eléctrica Endesa. Los profesionales se apuntarán según sea el ahorro y las ayudas. Hay que
demostrar que vale la pena hacer el cambio. Las ciudades del futuro no podrán soportar flotas automovilísticas que contaminen. Todo el mundo tendrá que hacer un esfuerzo. Estamos todos comprometidos.

–¿Qué harán para convencer?

–La AMB se compromete a promocionar el concepto y la realidad del taxi eléctrico mediante el convenio con Nissan y también con otras empresas. La implantación de muchas de ellas en la propia área es una clara ventaja que no se da en otros lugares. Pronto presentaremos una guía del vehículo eléctrico que, más allá de los taxis, dará a conocer este tipo de movilidad a ayuntamientos, otras instituciones y empresas con flotas de distribución o de limpieza.

–¿Será suficiente?

–Para dar este salto hacia un transporte público más sostenible la Administración incluso puede llegar a implantar algún tipo de discriminación positiva hacia aquellos taxistas que hayan optado por los motores totalmente silenciosos y sin ningún tubo de escape. Pueden crearse, por ejemplo, zonas donde solo circulen los vehículos eléctricos y esté prohibido el tráfico de los que no lo son.

–Se avanza en los buses, los taxis, pero Barcelona, y su entorno, es una ciudad tomada por las fugonetas de reparto, las motos y las bicicletas…

–La red de recarga será abierta. Uno de nuestros objetivos es que también las flotas de distribución se electrifiquen. Igualmente promocionaremos esta tecnología en las motos y las bicis. Estas últimas tienen futuro en distancias de cinco o seis kilómetros que recorre mucha gente por motivos laborales. Hay que garantizar la seguridad de los vehículos. El éxito del Bicibox, párkings seguros implantados en 11 municipios metropolitanos, marca un camino.