Carta abierta, del STAC, a la usuaria que vomitó en un taxi y denuncia al conductor por cobrarle 100 euros para costear la limpieza

BARCELONA.- En la prensa del día de hoy volvemos a formar parte de las noticias reflejadas de forma alarmista, porqué un taxista ha cobrado 100 euros a una señora que vomitó en un taxi.
Nadie se pone en la carne del taxita. Ese compañero seguro que tuvo que perder un día y medio de trabajo que NO SE CUENTA. Porque la cantidad que le pidió el taxista, fue simplemente la limpieza del coche que es, aproximadamente, lo que nos cuesta a nosotros cuando hacemos una limpieza interior del vehículo. Ese hombre, tuvo que olvidarse de trabajar ese día, irse a su casa a limpiar rápidamente la tapicería porque los ácidos del estómago son totalmente corrosivos y al día siguiente limpiar el coche en una empresa especializada. Sopena que no tenga que cambiar la tapicería. Además de los olores que deja en el coche. ¿Quien la paga la jornada y media de trabajo al taxista? De eso nadie habla. Es muy triste.
Qué pasa, que el taxi es un estorquelero. Vomito, y ahí te quedas. Una persona tiene que responsabilizarse de lo que hace. Si uno se encuentra mal, hay que advertirlo al taxista o sí se encuentra mal ya de antemano hay que ir preparado.
Estamos seguros que la usuaria del taxi Ester Novelles tuvo esa indisposición involuntariamente. No nos cabe la menor duda. Todos sufrimos o causamos involuntariamente daños a terceros. Incluso en muchas ocasiones por desconocimiento, pero la involuntariedad o el desconocimiento no nos exime de nuestra responsabilidad civil frente al perjudicado.
Y además se habla de vulneraciones al reglamento metropolitano. ¿Y el daño que se le ha hecho al taxista? ¿De qué forma se le repara? Eso no está contemplado en ningún sitio.
La Asministración debería de preveer estas situaciones y como pasa en Berlin, contemplarlas de alguna manera para no quedar desasistidos los taxistas. En Berlin por ensuciar el taxi está multado con 140 euros.

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