15 años de cárcel para un mosso que intentó matar a un taxista

Un hombre pasa por el camino donde apareció apuñalado el taxista paquistaní. RICARD CUGAT
Un hombre pasa por el camino donde apareció apuñalado el taxista paquistaní. RICARD CUGAT

El Tribunal Supremo confirma la condena impuesta al policía que apuñaló repetidamente al conductor tras negarse a pagarle la carrera

24.03.2014. Barcelona. (EFE).- El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 14 años, 11 meses y 29 días de cárcel que la Audiencia de Barcelona impuso a un mosso d’esquadra que intentó asesinar a un taxista, al que apuñaló repetidamente tras negarse a pagarle la carrera.

En la sentencia, la sala penal del Supremo desestima el recurso planteado por el agente de la policía catalana Marc Barbarà, que pidió que le rebajaran la condena alegando que los hechos por los que le condenaron no estaban probados, y avala el fallo de la Audiencia de Barcelona, en consonancia con lo que también había pedido la Fiscalía.

Según el Supremo, la pretensión del agente de que se le rebajara la pena porque no se pudo demostrar que tratara de matar al taxista está “fuera de lugar”, como queda acreditado por ejemplo por el hecho de que huyó con el taxi ante la presencia de testigos y tuvo que regresar porque equivocó el camino de salida.

Además, al volver al lugar de los hechos recogió su arma reglamentaria del suelo, apuntó a su víctima y apretó el gatillo. “Nada más elocuente que esta referencia al relato del tribunal para poner de manifiesto, también en este punto, la sinrazón del recurrente”, concluye el Supremo.

En su sentencia, ahora confirmada, la sección 21ª de la Audiencia de Barcelona condenó el pasado junio a la máxima pena por intento de asesinato al agente de los Mossos d’Esquadra Marc Barbarà, que está suspendido de empleo y sueldo desde que en septiembre de 2011 fue detenido por apuñalar al taxista, de origen pakistaní.

La Audiencia, que ordenó la inhabilitación del agente durante el tiempo de la condena, reprochó al acusado su “frialdad de ánimo e inquina” al agredir al taxista así como la “aleatoriedad del ataque”, lo que para el tribunal demostró que el nivel de peligrosidad criminal del agente es “extremo”.

Según la sentencia ahora confirmada, el acusado tomó el 22 de septiembre de 2011 el taxi que conducía la víctima en el paseo de Sant Joan de Barcelona y le pidió que le llevara a una urbanización de Sant Fost de Campsentelles (Barcelona).

Una vez en el lugar de destino y cuando el taxista le solicitó el importe del trayecto, el acusado sacó un cuchillo que había mantenido oculto, le hizo un corte en el cuello y le clavó hasta 13 puñaladas, todo ello aprovechando que estaba sentado justo detrás de la víctima y que ésta tenía puesto el cinturón de seguridad.

Cuando el taxista logró abandonar del vehículo, el procesado salió tras él apuntándole con una pistola en la cabeza y apretó el gatillo en varias ocasiones, aunque el arma no funcionó.

Posteriormente, el acusado se subió al taxi y arrancó, aunque a los pocos minutos regresó por haber equivocado la salida, tras lo que cogió el arma reglamentaria del suelo, con el cuchillo en la otra mano, y apretó nuevamente el gatillo del revólver, que tampoco llegó a funcionar.

En opinión del tribunal, se trató de una “agresión gratuita, en absoluto provocada por el denunciante y sí meramente auspiciada por el acusado, de manera deliberada y dirigida reiteradamente a la finalidad de acabar con la vida del primero”.